Mujer se arrepiente de haber regalado a su hija, pero juez le niega la custodia

Una mujer de 35 años dio en adopción a su hija a un matrimonio hace dos años, después de este tiempo intentó recuperar la custodia de la niña mediante un proceso judicial de impugnación de paternidad, aduciendo que “actuó bajo engaño y en un momento de locura temporal”.

Pero un fallo judicial desestimó su arrepentimiento y confirmó que actuó de forma consciente y voluntaria, informó el Poder Judicial a través de una nota publicada en su sitio web este martes 7 de marzo.

El fallo admitió las posiciones del Ministerio de la Familia (MIFAM) y la Procuraduría de la Familia, que determinaron que la mujer, cuya indentidad no fue revelada, “tiene antecedentes de abandono habitacional, no tiene condiciones habitacionales, emocionales ni red de apoyo familiar para asumir el cuido y protección de la niña”.

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Familiares y vecinos atestiguan contra ella

Hasta la sala cuarto del Distrito de Familia a cargo del juez José Ramón Barberena, llegaron a testificar el padre, una hermana, vecinos y conocidos de la supuesta madre engañada, quienes “la señalaron como irresponsable”. Estas personas dijeron que la mujer anteriormente entregó dos hijos a su papá.

Los testigos declararon que la mujer anduvo ofreciendo a la bebé “desde que estaba embarazada, llegando a decir que si no lograba dársela a alguien la abandonaría en el hospital”.

Había firmado ante un notario «ceder» a su hija

La nota de prensa detalla que la sentencia consigna que esta madre “incluso compareció ante notario público a ceder los derechos sobre su hija, renunciando a los derivados de la autoridad parental como madre”.

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Y agrega que “accedió a que el apellido materno fuera eliminado del certificado de nacimiento de la niña, según la escritura No. 115 del 14 de septiembre del 2020, elaborada por el notario D.A.J.B. (ya fallecido)”.

El Juez Barberena “estableció que la escritura pública en la que se cedió a la niña al matrimonio carece de valor legal, ya que el notario abusó de la fe pública notarial al autorizar en el documento derechos irrenunciables”.