La presión nacional e internacional ha doblado el brazo de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo una vez más, al verse obligada a mostrar a monseñor Rolando Álvarez este fin de semana.
Han sido varios los sectores que han reaccionado a la presentación ante las cámaras del obispo Rolando Álvarez, mientras compartía un almuerzo con sus hermanos en un área completamente acondicionada, en el Sistema Penitenciario Jorge Navarro de Tipitapa, conocido como La Modelo.
A criterio de abogados y analistas, el régimen se vio obligado por la presión nacional e internacional y trató de mostrar que “el obispo está bien” cuando se sabe que ha sido privado de su libertad de “manera arbitraria” y lo mantuvo oculto durante mucho tiempo. Pese a ello, una vez más Rolando Álvarez ha dado muestras de su fortaleza, humildad y dignidad.
Álvarez “ha dado una gran lección de fe”
“El régimen cedió ante la presión social y obviamente todo fue un montaje para hacer un espectáculo y decir que el obispo no está secuestrado sino en un sitio vacacionando”, explica la abogada Martha Patricia Molina, quien ha documentado los ataques que la dictadura ha emprendido contra la Iglesia católica de Nicaragua durante los últimos años.
En esa misma línea, el Partido Humanista Social Cristiano de Nicaragua (PHSC) se pronunció al respecto. La mañana de este domingo, en un comunicado expresaron como Rolando Álvarez “ha dado una gran lección de fe, convicciones, fuerza y esperanza al dar desde la cárcel declaraciones forzadas por el régimen, en un escenario arreglado superficialmente para querer demostrar que Monseñor está bien”.
“El régimen ha cedido finalmente a las demandas nacionales e internacionales que le pedían diera una muestra de vida de Monseñor, que desde el 9 de marzo estaba en desaparición forzosa en las cárceles de la dictadura… Sus declaraciones al periodista oficialista estuvieron llenas de fe y esperanza, y las fotos publicadas en medios del gobierno, mostraron su espíritu de fortaleza, inocencia, y de convicciones religiosas profundas, que lo hacen un pastor firme, indoblegable y reflejaron, a pesar de su visible afectada salud, un estado de ánimo que sólo puede ser producto de la fe Dios y la Virgen, y el amor a Nicaragua y a su pueblo creyente”, detallan.
Símbolo de la represión de la dictadura
A criterio de Gonzalo Carrión, del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, Álvarez “simboliza una grave y brutal persecución generalizada” que ha ejercido el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra el pueblo de Nicaragua y la misma Iglesia católica, y que el hecho de haber sido presentado este fin de semana “tiene un impacto grande”.
“Es el símbolo de un sacerdote con calidad de obispo que está preso por promulgar, porque sus homilías son de acompañamiento a los oprimidos… Esta es una tiranía cada vez más en la soledad, ni los regímenes con simpatía de izquierda, ni esos lo acompañan”, expone.
Carrión alega que el acto de haber presentado a Rolando Álvarez ante las cámaras de televisión y fotográficas, en un espacio ambientado, está dirigido a “un público nacional y particularmente a la comunidad internacional que diga ‘vean, el obispo está bien, sonríe, fue entrevistado’ porque hacen esa exhibición con propósito de desvirtuar todo el desprestigio que los hechos mismos tiránicos hablan por sí mismo como sus abusos de poder, la monstruosidad de la represión”.
“Procuran hacer un impacto – golpe de imagen, presentando a un obispo que no sabemos realmente cómo está, tendríamos que tener a mano una valoración médica, creíble y haberlo entrevistado”, detalla el defensor de derechos humanos.
Rolando Álvarez se vio “demacrado”
La abogada Martha Molina expone que pese al maltrato físico observado en el obispo de Matagalpa, él siempre se muestra “humilde, fortalecido, sereno y alegre”, además de demostrar humildad “para enseñarle a sus verdugos que él no paga mal por mal”.
“En sus declaraciones el obispo fue coherente no dejándose intimidar por el propagandista sandinista que lo entrevistó. Su aspecto físico se vio demacrado aunque la dictadura trató de que se viera como deportista con el vestuario carcelario, pero es una ofensa haberle despojado de sus vestiduras como religioso”, recalca la abogada.
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El obispo auxiliar de la arquidiócesis de Managua, Silvio Báez, desde su exilio en Estados Unidos, también se pronunció al respecto este domingo. Continuó alzando la voz sobre la situación de monseñor Rolando Álvarez, de quien se refirió como “un amigo de Jesús que han encerrado en un sepulcro”.
Durante una homilía oficiada en la iglesia Santa Ágatha, en Miami, Báez expresó: “a él también hoy Jesús le dice: sal fuera, Rolando, y vive, deja la cárcel y vuelve a ser pastor de mi pueblo. Yo te sacaré de ese sepulcro. El cinismo, la mentira y la maldad de tus captores, no podrán retenerte por más tiempo”.
Tanto los defensores de derechos humanos, como el obispo Silvio Báez y los miembros del PHSC, coincidieron en la exigencia de la liberación de inmediata de monseñor Rolando Álvarez y de los más de 35 personas presas políticas que la dictadura mantiene encarcelados en los distintos recintos del Sistema Penitenciario Nacional.
Nicaragua Investiga
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