El que el régimen Ortega-Murillo haya prohibido las procesiones y todo tipo de actividad religiosa de la Iglesia católica, ha causado una serie de reacciones, incluso del papa Francisco.
Desde El Vaticano, el máximo jerarca de la Iglesia católica pidió por las naciones de Nicaragua y Eritrea que se encuentran bajo “circunstancias particulares” en las que se “impide profesar libre y públicamente la fe”. Las reacciones de Francisco no son producto de simple imaginación, pues según la abogada Martha Patricia Molina, el religioso está muy bien informado de lo que ocurre en el país.
Gracias Papa Francisco por orar por #Nicaragua #bendición “#Urbi #et #Orbi”:
No más persecución a nuestra Iglesia Nicaragüense. #Libertad para nuestro #obispo #Mons. #Rolando #José #Alvarez #Lagos. pic.twitter.com/KK0rfl0zRf
— Pbro. José Luis Diaz Cruz.🇳🇮🇻🇦 (@JosephLDiazCruz) April 9, 2023
“El papa Francisco desde hace mucho tiempo viene orando por Nicaragua, él está siempre informado a través de la Nunciatura, pero también a través de la Conferencia Episcopal, de lo que sucede en nuestro país y tengo conocimiento por muy buena fuente que él siempre ha estado orando por Nicaragua”, explica Molina, quien se ha encargado de documentar los atropellos que ha cometido el régimen de Ortega contra la Iglesia católica desde 2018.
La abogada expone que “la dictadura sigue persiguiendo a la Iglesia católica y no va a cesar en este año”, por el contrario será igual o peor que el 2022, pues “siempre está buscando nuevas formas de atacar a la Iglesia católica”.
Más de 3 mil procesiones prohibidas
“Puedo asegurar que se prohibieron 3,176 procesiones, eso sin incluir las parroquias que recientemente se han creado… es alarmante que la dictadura siga prohibiendo este tipo de actividades de piedad popular cuando la Constitución Política del país, las leyes en la materia y los convenios y tratados internacionales de los que Nicaragua es parte y ha suscrito de manera voluntaria, los está irrespetando por completo y siguen persiguiendo a la fe católica”, detalla Molina.
Monseñor José Antonio Canales, obispo de la Diócesis de Danlí en Honduras, quien ha seguido muy de cerca el tema de persecución contra la Iglesia católica de Nicaragua, lamentó toda la situación que ha acontecido en el país y los atropellos de la dictadura sandinista contra la fe cristiana.
“Con mucho dolor te digo que como perseguidores de la Iglesia católica, Daniel Ortega y Rosario Murillo, gobernantes ilegales, están dando una imagen de Nicaragua como un país primitivo. Policías entrando a casas, a las iglesias, casas curales y deteniendo a personas sin ninguna orden judicial, es doloroso porque dan la impresión que Nicaragua retrocedió”, agregó Canales.
Régimen “no va a poder contra la fe”
Empero consideró que aún con toda la violencia la dictadura Ortega Murillo no ha podido doblegar a la iglesia, y que la ilegalización de organismos y oenegés es propia de un camino de un Estado totalitario, y que la Iglesia católica significa para la dictadura una institución casi imposible de vencer.
“La Semana Santa en Nicaragua tiene entre 400 a 500 años de celebrarse desde la primera evangelización, hay que valorar ese dato. Entonces esto está muy dentro del corazón de la gente, y cuando se miran este tipo de escena (persecución) a nivel internacional, no se puede creer, en principio creerán que es una broma, pero ya sabemos que es una realidad”, sostuvo el alto prelado católico.
Calificó como cobarde al gobierno de Nicaragua, porque lo que hace es enviar a sus “empistolados” a las parroquias para asediar y golpear a estas manifestaciones religiosas y no dan una versión oficial, “estas escenas el mundo las ve y no las puede creer”, expresó.
Una posición similar es la de la abogada Martha Molina, quien opina que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo “no va a poder contra la fe de alguien” y que “está equivocada” al pretender “erradicar” las actividades religiosas, pese a todas las “prohibiciones que hagan”.
Con la fe «no puede ninguna ideología»
“Podés desbaratar un edificio, podés quemar una imagen, es más podés herir a una persona así como lo hicieron con el padre Mario Guevara, que mandaron a que lo quemaran con ácido, pero con la fe de las personas no puede ninguna ideología y es por eso que hemos observado que en esta Semana Santa es cuando más fieles han llegado a las iglesias a pesar de todas las prohibiciones”, recalcó.
Al igual que Molina, el periodista Israel González quien ha seguido muy de cerca lo que ocurre con la Iglesia católica de Nicaragua, explica que el régimen de Ortega “se ha vuelto a equivocar” y que “cuanto más él pretende cercar y perseguir a la iglesia, la gente responde acudiendo como mucho más fervor a las celebraciones”.
“Ha puesto a Nicaragua nuevamente en el foco de la atención internacional, lo hemos visto recientemente con el mensaje papal durante la bendición urbi et orbi, el domingo de pascua, hemos visto cómo la gente y diversos medios de comunicación internacionales hacían eco de las prohibiciones a procesiones religiosas y del asedio y la intimidación a templos, parroquias, actividades como las procesiones que están completamente prohibidas en Nicaragua y esta es muestra de una debilidad moral grandísima”, expone González.
Un teólogo nicaragüense que prefirió el anonimato, recordó que a lo largo de sus 2 mil años, la iglesia ha sufrido persecuciones precisamente de personas megalómanas, enfermas de poder y que Daniel Ortega y Rosario Murillo no son la excepción de seguir con esa “macabra tradición”.
“Obviamente esta persecución obedece a un patrón de histeria que el Gobierno ha querido implantar en esa tonalidad de querer destruir a la iglesia misma. El esfuerzo del pueblo por querer llevar sus actividades dentro de los templos es encomiable”, valoró el consultado.
Determinó que Murillo y Ortega son los anticristos y representan el 666, que es el número de la bestia que persigue a los cristianos y se opone, en este caso a las vivencias más sencillas.
“Estas bestias se oponen a la fe que nace de la religiosidad sencilla del pueblo y a la piedad popular, y ahí se están ensañando. Los sacerdotes han podido celebrar las misas, pero muchos de ellos han sido perseguidos, incluso durante la Semana Mayor algunos fueron desterrados y otros no se sabe de su paradero, pero esa es parte de la vivencia de la iglesia a lo largo de estos 2,000 años”, expuso la fuente.
Dictadura es una “fuerza maligna”
Agregó que lo más importante es que el pueblo ha vivido su fe contra el anticristo, contra una policía anticristiana y que la vivencia del Cristo resucitado les anima a vivir su fe, y que el propio papa Francisco situó a Nicaragua como uno de los países que son perseguidores de los cristiano, como en algunos gobiernos africanos como Eritrea.
Martha Molina también cree que lo que ocurre en Nicaragua no es sólo producto de un asunto político, si no algo que va más allá, una “fuerza maligna” que está instaurada en el país y que se ha apoderado de Daniel Ortega y su par Rosario Murillo.
“Es como que el diablo los tenga poseídos en este momento a estas personas (Daniel Ortega y Rosario Murillo), porque aunque ellos en su lenguaje se autoproclamen socialistas, solidarios, cristianos y todo lo demás, y comulguen, y que se persignen, y todas las acciones que dan a entender que realmente son profesantes católicos, no es así”, detalla.
Molina agrega que esto que el régimen hace es parte de un discurso con el que pretenden “mantener activa a su base, que es poca” y para “lanzar un mensaje a la comunidad intencional que ellos pregonan la paz y el amor, pero nosotros con sus acciones sabemos que esto no es así. Más allá de un poder político de una dictadura, esto es una fuerza maligna que está apoderada de estas personas”, expresó.
Por su parte, el periodista Israel González alega que “hay una voluntad expresa por parte del régimen orteguista de querer acabar con el liderazgo que ejerce la Iglesia católica en Nicaragua”, debido a que esta es “la única y última institución dentro de Nicaragua que puede plantarles cara” y que por ello le tienen “muchísimo miedo”.
“La iglesia tiene algo a lo que el régimen de Ortega le tiene muchísimo miedo y es que el mensaje cristiano, la doctrina social de la iglesia, produce como fruto una búsqueda de una sociedad mejor a través de la verdad y la justicia, que son los pilares que el régimen ha querido desaparecer y borrarlos del mapa, y hay algo muy importante, el mensaje cristiano da esperanza que es con lo que se derrota a las dictaduras”, concluye el periodista.
Martha Molina le recordó a Daniel Ortega y Rosario Murillo que “todas las personas somos efímeras en esta tierra” y que tendrán que “entregar sus cuentas a Dios” y no tendrán a nadie que los defienda. Agregó que serán “sus hijos y sus nietos los que van a pagar todas las arbitrariedades que ellos están cometiendo”, que piensen en el futuro de estos “si es que todavía tienen un poquito de amor por ellos”.
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