Hace pocos días el Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas indicó que en Nicaragua hay 47 presos políticos, a estos se suman decenas de personas detenidas arbitrariamente, liberadas horas después, pero con causa abierta.
La última arbitrariedad en conocerse corresponde a dos sacerdotes de la diócesis de Estelí. Pastor Eugenio Rodríguez Benavides, párroco de la parroquia Divina Providencia de Jalapa (Nueva Segovia), y Leonardo Guevara Gutiérrez, párroco de la Catedral de Estelí. Ellos son víctimas de una cacería desatada por el régimen de Daniel Ortega en medio del reciente aniversario de los cinco años de la rebelión de abril, según apunta el defensor de derechos humanos Gonzalo Carrión.
“La dictadura de Ortega y Murillo en abril de este año, en el contexto del quinto aniversario de abril de 2018, a cinco años de haber iniciado las protestas en Nicaragua, desató una redada en abril y en las semanas siguientes también se conoció de capturas en los primeros días de mayo y en toda esta semana hemos conocido de capturas”, explicó el abogado del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.
Carrión resalta que estas personas “han sido privadas arbitrariamente de libertad con una forma actualizada de esa represión, de esa maquinaria que tiene el propósito de aterrorizar”.
Razones que explican el bajo coeficiente intelectual en Nicaragua
Represión aumenta migración
Las aprehensiones y acusaciones hacia estas personas carecen de fundamento legal y violan las leyes nacionales y tratados internacionales, según han expuesto en varias ocasiones los conocedores del derecho.
“Han capturado y acusado en horarios incluso no hábiles, en la oscuridad como acostumbran ellos (régimen), en absoluta indefensión y con la medida de mandarlos a su casa en privación siempre arbitraria de su libertad”, señala Gonzalo Carrión.
Pero las nuevas formas de represión también tienen influencia en el factor migratorio, pues según el defensor de derechos humanos, esto ha provocado que varias de esas personas “hayan decidido salir del país para resguardar su vida, su seguridad. Los han forzado a salir del país”.
Complicidad en instituciones estatales
Carrión hace mención de los dos sacerdotes arrestados en Estelí y señala que existe una complicidad total en todo el régimen junto con el Poder Judicial e instituciones como la Policía para callar de este modo a las pocas voces que señalan sus arbitrariedades.
“En ese contexto se conoce que han sido arrestados dos sacerdotes en la región de Estelí e incluso no se sabía de su paradero y la información que hay es que también fueron puestos como en arresto domiciliar, lo que está acostumbrando el régimen, detener arbitrariamente, acusar bajo los inventos que tienen los operadores político: Policía, Fiscalía y Poder Judicial, el cual también con la complicidad de la Defensoría Pública porque nombran defensores que no defiende”, alega Carrión.
El defensor de derechos humanos señala que el régimen de Ortega sigue aplicando “cárcel o el exilio y en ese sentido los sacerdotes no están excluidos”. Agrega que con esta modalidad de detenciones y acusaciones con excarcelación, tiene el propósito de “aterrorizar para que no haya ni una sola señal de resistencia por ningún lado en el país”.
“Esas capturas de decenas de personas, de redadas, tiene el mismo impacto, el mismo efecto, forzarlos a salir del país y los hace uno por uno para no pagar los costos políticos que significó el destierro de 222 personas y en la práctica logran el mismo resultado, asegurar que las personas que ellos consideran o tratan como enemigos salgan del país y eso es una forma de continuación de los crímenes de lesa humanidad”, concluye Gonzalo Carrión.
You must be logged in to post a comment Login