Rosario Murillo dice que a la UCA se iba a «desaprender”

La vocera del régimen sandinista, Rosario Murillo, arremetió este lunes contra la Universidad Centroamericana (UCA), la cual fue confiscada tras ser señalada de “centro de terrorismo”.

“Se venden como héroes y se venden como samaritanos haciendo el bien. No es cierto, estos organismos han sido diseñados para el sometimiento y luego como parte de ese modelo diseñados para expropiar los derechos del pueblo y trasladar supuestas enseñanzas sobre el modelo que no nos pertenece”, expresó Murillo en su intervención en medios oficialistas, haciendo referencia a un artículo de opinión en el que se atacaba a la UCA y en tono de burla se le llama «La Harvard de Centroamérica».

Hay que recordar que no solo a la UCA se le canceló su personería jurídica y se le confiscó sus bienes. La semana pasada el régimen hizo lo mismo con la Compañía de Jesús, dueña de esa universidad.

“Nos vemos en el espejo de las miserias y las grandezas. Las miserias que nos han trasladado, las mezquindades que nos lograron imponer por cierto tiempo (…), las sombras que nos impusieron ellos, los mezquinos, los miserables, los disfrazados de corderos cuando la verdad es que eran lobos que aullaban y desgarraban la piel de las y los nicaragüenses ”, expresó Murillo.

Universidades jesuitas de Centroamérica enfrentan avalancha de exestudiantes de la UCA

Régimen inoperante con la UCA

Pese al prestigio y reconocimiento nacional e internacional con el que contaba la UCA, Murillo afirma que a ese lugar se llegaba supuestamente a «desaprender».

“A esos organismos se iba a desaprender y a impedir que nos sintiéramos orgullosos de nuestras propias capacidades y a creer que toda gloria, que toda enseñanza llegaba de los grandes ilustres, de los sabios que no somos nosotros, según ellos”, manifestó.

Tras confiscar la UCA, la dictadura de Ortega conformó la Universidad Casimiro Sotelo, con la cual ha estado envuelta en una serie de inconvenientes para poderla echar a andar, a tal punto que ha bloqueado la matrícula de los ex alumnos de la UCA en otras universidades y pospuesto la fecha del inicio de clases. Los enredos han sido tantos, que incluso no estaba claro si era una universidad gratuita o de pago.