La dictadura de Daniel Ortega muestra una vez más la incapacidad para dirigir a la confiscada Universidad Centroamericana (UCA), a la que rebautizó como Casimiro Sotelo, y, por tercera ocasión, pospuso el inicio de las clases, esta vez de manera indefinida.
Primero, anunciaron que las clases arrancarían el 28 de agosto pasado, luego, para el próximo 25 de septiembre. Sin embargo, el rector designado por el régimen, Alejandro Genet, notificó, en la mañana de hoy martes 19 de septiembre, que todavía “no hay una fecha específica”.
“Estamos en un proceso organizativo, análisis del sistema académico, del sistema financiero contable. Todo esto es una carrera, requiere de mucho tacto, de mucho cuidado, de ver cómo nuestra universidad se diferencia de la otra, cuáles son los nuevos elementos. Todas esas cosas tenemos que detallarlas muy bien”, expuso Genet en declaraciones al oficialista Canal 8.
Régimen de Nicaragua cancela la personería jurídica de la UCA
Sin capacidad y sin estudiantes
El vocero de los jesuitas para atender el tema de la confiscación de la UCA de Nicaragua, el padre José María Tojeira, manifestó a Nicaragua Investiga que hay dos razones para que el régimen deba posponer tantas veces el inicio de las clases en la universidad que crearon en el edificio de la UCA, primero, no tienen la capacidad para dirigirla y, segundo, no tienen estudiantes.
«(Tienen) poca capacidad de dirigir una universidad compleja, con bastante investigación, de diversidad de carreras, con profesorado abierto al diálogo. No saben cómo manejar la situación», interpretó Tojeira.
El religioso añadió que «hay muchos estudiantes que no quieren sacar un título de la Casimiro Sotelo, porque tienen desconfianza de que ese título pueda servirles para hacer un posgrado, para cualquier otro avance académico».
El sacerdote jesuita afirmó que un 66 por ciento de los estudiantes que tenía la UCA andan buscando estudiar fuera de Nicaragua, ya sea yendo a universidades de otros países o de manera virtual.
El estudiantado de la UCA rondaba los seis mil alumnos y al menos cuatro mil de ellos han buscado otra casa de estudios fuera de Nicaragua, porque «no tienen muchas ganas de continuar en la universidad», reveló Tojeira.
Dictadura no paga a trabajadores
El padre Tojeira también criticó que las autoridades de la dictadura «han tenido una actitud muy cerrada a la hora de pagar a los trabajadores» que tenía la UCA.
«Al suprimir una universidad y crear una nueva en el mismo lugar, además, con las mismas cuentas económicas (bancarias), se apoderaron de ellas, no están pagando a los profesores, ni a los administrativos. Hay toda una serie de problemas que la gente no sabe cómo va a funcionar eso», refirió el sacerdote jesuita.
«Tanto profesores como alumnos están decepcionados de la realidad y extrañan lo que había, la UCA, que era un ámbito de libertad, donde se hablaba con libertad y lo de ahora no se sabe lo que es en realidad», finalizó diciendo.
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