El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, y su homólogo de Panamá, Laurentino Cortizo, anunciaron el viernes que dispondrán de 200 buses para trasladar a migrantes que cruzan la selva del Darién hacia Peñas Blancas, en la frontera con Nicaragua.
Los buses acreditados saldrán de manera directa de Panamá hacia el Centro de Atención Temporal para Personas Migrantes (Catem), en Costa Rica, «que no se baje la gente en Paso Canoas»; en el centro se brindará «la logística» a los migrantes y luego se les enviará nuevamente en bus hacia la zona fronteriza con Nicaragua, explicó Chaves en conferencia de prensa junto a Cortizo.
Costo del viaje ronda los 40 dólares
Cien buses ya están listos con la acreditación y seguros internacionales para echar a andar la iniciativa, cuya fecha de inicio no fue precisada. La cantidad de buses que se requieran diario dependerá del flujo, el cual podría oscilar entre 2 mil a 3 mil personas al día.
El mandatario costarricense indicó que el costo de trasladar a los migrantes oscila entre los 4 y 5 millones de dólares anuales, considerando que el pasaje de Catem a Peñas Blancas cuesta unos 40 dólares.
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Sin embargo, señaló que el costo del viaje será cubierto para «los migrantes que no tienen el dinero» porque «no pueden permitir que lleguen a ganarse ese dinero vendiendo» en sus países. «Esa es parte de la contribución de la comunidad internacional», dijo.
«La idea es que duren la cantidad mínima de tiempo (…) Súbase al bus, haga el pago y que Dios los acompañe en su ruta hacia el norte (Estados Unidos)», agregó Chaves.
«Que no veamos tiendas de campaña»
«El objetivo de Costa Rica y la gran ayuda de Panamá es que los costarricenses ni siquiera sientan esos flujos migratorios, que no veamos casas de tiendas de campaña», dijo el mandatario costarricense.
En la misma línea, Cortizo manifestó que se pretende que «el flujo de migrantes irregulares sea lo más ordenado posible». «No vas a estar viendo tiendas de campaña en todos los lugares, esa es la preocupación de nosotros», señaló.
Chaves, bajo cuyo mandato han aumentado los discursos de odio contra migrantes, remojó que los gobiernos tienen que atender a los migrantes con «transporte, alimentación, identificación, servicio de salud, hidratación, filtración de criminales y terroristas».
Criticados por ver «desfilar» a migrantes
Ambos mandatarios visitaron el viernes el centro de acogida para migrantes Lajas Blancas, donde subieron a una tarima instalada para ellos. Desde ahí vieron pasar a gran cantidad de migrantes que atraviesan la selva, todos agotados del peligroso viaje, mientras en los videos se ve a los presidentes tomando agua embotellada y bajo techo.
«Como si de desfile se tratara», criticaron en las redes sociales y medios de comunicación. «Con tarimita y todo para taquillar. Supongo que va a comer con los migrantes en los albergues»; «es una vergüenza. No hay justificación para esta falta de humanidad y liderazgo»; «triste y penoso espectáculo», reclamaron los usuarios.
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