El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo anunció un crecimiento en la producción nacional de café arábigo y también en el robusta, según un estudio de la producción y productividad del café que realizó el Sistema Nacional de Producción, Consumo y Comercio.
La investigación refleja «un aumento de 3.6 por ciento de las áreas establecidas en comparación al 2018», y destaca que «principalmente, se identifica que en los últimos cinco años se ha incrementado en 43.9 por ciento el número de familias que se dedican a la producción de café arábigo».
Además, “en el caso del café robusta también se registra crecimiento de 7.7 por ciento en las área establecidas, así como el aumento en el número de familias que se dedican a la producción de este cultivo”.
Sin embargo, dos personas ligadas a la producción y exportación del café en el país dijeron a Nicaragua Investiga, bajo anonimato por temor a represalias por contradecir el discurso del régimen, que los resultados de ese estudio podrían ser «cifras infladas», pues la situación del cultivo del café en Nicaragua «es bien difícil».
Uno de ellos señaló que el estudio del régimen coincide con las cifras oficiales que ha venido presentando a través del Banco Central de Nicaragua (BCN), pero no se pueden contrastar porque no existen investigaciones independientes. Lo que sí saben es que las exportaciones de café bajaron en el último año.
La otra fuente enumeró una serie de adversidades que están atravesando los caficultores del país, como el alto precio de los fertilizantes, la escasez de mano de obra debido a la emigración y la falta de agua que afecta tanto la producción como la calidad.
Los números del régimen
Según el estudio de la dictadura, “los resultados registran un área establecida de 229,284 manzanas, 3.6 por ciento superior al área establecida en el estudio anterior; de esta área, se encontraron en producción 185,142 manzanas, mostrando incremento de 7.5% en comparación a las áreas cosechadas en el 2018”.
El estudio también encontró 54,351 fincas dedicadas a la producción de café, 43.9 por ciento superior a las familias registradas en el 2018, de los cuales, el 85.1 por ciento son pequeños productores que cultivan menos de 5 manzanas.
La situación difícil
Una de las personas consultadas por Nicaragua Investiga indicó que ha escuchado que el régimen habla de que en Nicaragua se están produciendo 3.8 millones de quintales de café al año, cifra que le parece «inflada», pues lo que conoce es no pasa de los 2.8 millones de quintales de café.
La fuente señala que los costos para producir un quintal de café todavía siguen por encima de lo que cuesta el quintal de café en la bolsa de valores de Nueva York. Por ejemplo, producir un quintal de café en Nicaragua puede costar entre 155 y 160 dólares y en la bolsa está en 165 dólares.
«Es un rubro que fluctúa demasiado y más cuando existen conflictos bélicos como los que están ahorita (Ucrania y Gaza), que a todos nos afectan», indicó.
Por otro lado, está afectando mucho la falta de mano de obra, porque existe mucha migración del campo, ya no hacia la ciudad, sino hacia afuera del país. «Tenemos 40 o 50 por ciento menos mano de obra que la del año pasado. Es demasiada la gente que se está yendo», recalcó.
Otro problema es el clima, pues la sequía también ha afectado demasiado la producción de café. «Los rendimientos van a ser prácticamente bajos, la falta de agua nos va a afectar también la calidad», manifestó.
Lidia Potosme, la caraceña que corta café en silla de ruedas
Falso crecimiento desde 2018
Desde 2018 se elevó el precio de los fertilizantes, así que la fuente no cree que haya un aumento de la producción de café en Nicaragua desde ese año.
Antes del encarecimiento de los fertilizantes, los caficultores nicaragüenses le daban hasta «tres manos» a sus cultivos de fertilizantes, pero, luego, «nada o solo una», afirmó la fuente a Nicaragua Investiga. Solo los productores con suficiente capital lograban dar «las tres manos», pero eran muy pocos.
«El café no produce mucho sin fertilizantes», advierte.
El fertilizante ha venido bajando, pero en la Aduana nicaragüense existen problemas, ya que las autoridades ponen trabas a los comerciantes de este producto para subir el impuesto de ingreso y eso hace que llegue más caro a los productores, expone la fuente.
En lo que sí parece estar de acuerdo es en el aumento de la producción de café robusta, porque se produce en zonas bajas, como Nueva Guinea, donde hace bastante calor, pero ese tipo de café resiste bastante la presión de las altas temperaturas.
Sin embargo, el café robusta es más amargo y no se vende tan bien en el mercado internacional como el arábigo. Se utiliza más para hacer mezclas y crear tipos de café como el americano, el cubano y otros que se han «inventado», explicó la fuente.
En cambio, el arábigo es más dulce, más suave, con mayor cuerpo, más sabor, con acidez y se vende mejor.
Las dudas
Las dudas que genera entre los caficultores el estudio anunciado por el régimen radican también en las cifras oficiales que en los últimos años han presentado tanto el BCN como el Centro de Trámites de las Exportaciones (Cetrex).
Según una de las fuentes, estos organismos del régimen afirman que en Nicaragua se producen unos 25 quintales por manzanas, cuando en realidad se anda entre 14 y 16 quintales de café por manzana, lo que es incluso por debajo de lo que produce Costa Rica.
«Para nosotros las cifras siguen siendo infladas», indicó.
La otra fuente manifestó que ese crecimiento que asegura el régimen «no sorprendería» y solo se explicaría porque, «después de todo, hay nuevos capitales que han entrado a jugar, de la nueva clase que está en el poder».
You must be logged in to post a comment Login