Su nombre es controversial en Nicaragua. Por muchos años, mientras estuvo a cargo del Banco Centroamericano de Integración Económica BCIE, Dante Mossi fue uno de los principales aliados de la dictadura de Daniel Ortega financiándolo desmedidamente, al punto que llegó a alcanzar el límite de su crédito, según dijo la nueva presidenta de esa entidad Gisela Sánchez.
Sánchez explicó en marzo al consorcio de medios Redacción Regional que “se vienen frenos” para los fondos que se proveen tanto a El Salvador, como a Nicaragua, ya que “superaron los montos de créditos que pueden recibir”.
La entrega de créditos de forma desmedida el régimen de Ortega y obviando serios cuestionamientos de diferentes sectores, principalmente vinculados a la falta de democracia y de violación a los derechos humanos que deberían ser parámetros a considerar por la institución, le ganaron a Mossi el calificativo de “el banquero de los dictadores”, y al parecer empieza a causarle problemas meses después de su salida de institución.
El Salvador representó durante la gestión de Mossi entre 2018 y 2023 el 25% de la cartera total del BCIE, mientras Nicaragua se llevó el 22%. Para el régimen de Ortega eso significó unos 3,500 millones de dólares en financiamiento, mucho del cual sirvió para proyectos que fortalecieron la capacidad represiva de la Policía Nacional, completamente plegada al sandinismo.
Mossi dijo en una entrevista a Canal 12 en el año 2022 que en el caso de Nicaragua «hay un régimen de sanciones que es injusto, porque se acusa y se juzga a una persona sin el debido proceso», pero explicó que lo que hace el BCIE «es buscar mecanismos para seguir proveyendo este financiamiento sin violentar disposiciones internacionales».
Las acusaciones
El periódico El Mundo de Costa Rica ha asegurado, citando fuentes confidenciales, que Dante Mossi es investigado por el BCIE por “fraude, colusión y corrupción”.
“Según las fuentes internas de la entidad, desde el BCIE esperan que la investigación concluya este mismo año, lo cual podría conllevar la inclusión de Mossi en la Lista de Contrapartes Prohibidas de la Banca multilateral”, indica El Mundo CR.
Según el diario, de resultar implicado en actos de corrupción, “Mossi no podría participar como funcionario, oferente o proveedor en las operaciones que se financian con recursos de las multilaterales en ningún país”, pero además estaría vetado de ingresar a cualquier oficina del BCIE en cualquier país donde tenga presencia.
Esta filtración coincide con las declaraciones que la nueva presidenta Gisela Sánchez ofreció a inicios de año a Redacción Regional donde aseguró que aprobaron a pocos días de su ingreso “una nueva política anticorrupción” y que los nuevos esfuerzos estaban concentrados “en la línea de rendición de cuentas”.
“Creo que el expresidente del banco pudiera explicar las razones por las que se dio esta concentración de la cartera”, dijo Sánchez.
Mossi mientras tanto ha interpuesto una demanda contra el BCIE alegando daños y perjuicios y exigiendo reparación por más casi dos millones y medio de dólares.