En el año 2017, antes que estallara la crisis sociopolítica, Nicaragua había recibido una cifra récord de cooperación externa. El informe del Banco Central revela que entonces se reportaron 990.7 millones de dólares por ese rubro.
«La cooperación total aumentó en 46.1 millones de dólares (4.9%), con respecto a 2016, debido a un aumento de 141.4 millones de dólares en los recursos dirigidos al sector público», indica el informe oficial.
El régimen de Ortega miraba así cada vez más fondos disponibles para su gestión, sin embargo las cosas empezaron a cambiar a raíz del estallido social y la respuesta estatal violenta a las demandas ciudadanas, que en ese momento se quejaban de unas reformas a la seguridad social que le restaban beneficios a los pensionados y aumentaban la cuota patronal.
Este 31 de mayo el Banco Central de Nicaragua publicó el Informe Anual de la Cooperación Oficial Externa de 2023, destacando que los flujos de esta cooperación fueron de 813.7 millones de dólares. Esto representa una reducción del 15.9% con relación a lo recibido en 2022, cuando por este rubro el país reportó un total de US$967.6 millones.
Comparando el monto que el país recibía antes de la crisis en 2017 con lo recibido el año anterior, se deduce que Nicaragua perdió el 17.85% de su flujo de cooperación, aunque este ha sido variable en estos años.
El informe del Banco Central sobre el flujo de cooperación externa 2023 indica que «la principal forma en que se canalizó la cooperación oficial fue vía desembolsos de préstamos», es decir, que lo que realmente ha hecho el país es endeudarse.
Los préstamos recibidos por Nicaragua en 2023 representaron un endeudamiento para el país de US$734.2 millones, lo que significa el 90.2% de lo recibido en cooperación externa. Solo el 9.8% de lo recibido, unos US$79.5 millones, fueron donaciones.
Ortega la tiene difícil en 2024
Para este año las cosas se complican para Daniel Ortega debido al origen de esos recursos. El BCIE fue la entidad que más ayudó al régimen a sostenerse económicamente el año pasado, con un desembolso de US$549.2 millones de esos US$734.2 recibidos en préstamos, esto significa el 74.8% de todo lo prestado por el país en 2023, un serio problema para Ortega si se toma en cuenta que esta entidad, sin Dante Mossi, ha decidido reevaluar los flujos para Nicaragua.
La nueva presidenta del BCIE Gisela Sánchez explicó en marzo al consorcio de medios Redacción Regional que “se vienen frenos” para los fondos que se proveen tanto a El Salvador, como a Nicaragua, ya que “superaron los montos de créditos que pueden recibir”.
La entrega de créditos de forma desmedida al régimen de Ortega y obviando serios cuestionamientos de diferentes sectores, principalmente vinculados a la falta de democracia y de violación a los derechos humanos que deberían ser parámetros a considerar por la institución, le ganaron a Mossi el calificativo de “el banquero de los dictadores”, y ya sin ese aliado, el caudillo sandinista tendrá muy complicado el panorama económico.
Los otros préstamos que recibió Ortega en 2023, de acuerdo con el informe del Banco Central fueron del Banco Mundial (US$47.7 millones), BID (US$46.6 millones), Banco Europeo de Inversiones (US$29.3 millones), Union Europea (US$26.8 millones) y PMA (US$22.9 millones).