- Foto principal: Cortesía
Con una bandera azul y blanco en el féretro, familiares y amigos le dieron el último adiós a la exrea política Carolina Gutiérrez tras haber permanecido postrada en un cama desde hace más de cuatro meses, con un estado de salud crítico por leucemia en cuarta etapa.
Carolina había pedido ayuda médica por más de tres meses debido a la leucemia que padecía, sin embargo, nunca recibió atención por parte de ningún médico. Tampoco recibió una visita médica de los doctores de centros hospitalarios públicos cercanos a su casa de habitación.
Denuncian discriminación
Laura González es integrante de la Asociación Transgéneras de Nicaragua y declara que el sistema de salud nicaragüense es muy «deficiente» para las personas transexuales.
«Hay demasiada discriminación, no nos prestan importancia, lo primero que piensan en los hospitales y en las clínicas es que somos portadoras (del VIH), nunca te ponen un protocolo de acuerdo para la sintomatología que nosotras tengamos», dice González.
González también forma parte del Sindicato de Trabajadoras Domésticas Trans de Nicaragua, y manifiesta que al no llegar ningún médico de la salud pública, es una forma de represalia política «porque sabemos perfectamente bien que ella participó en las protestas de abril de 2018″.
«Es un hecho totalmente negligente el sistema médico público al no haberla atendido (…) desde el momento que un médico hace un juramento no debe existir banderas políticas de parte de ningún tipo», afirma González.
Pidió ayuda. Nunca la recibió
Antes que falleciera Carolina, con mucha dificultad había dirigido un mensaje a través de la radio Stereo Romance, donde dijo que “estoy pidiéndole a los seguidores de Radio Romance que todos me han dado medicina, pero no un médico que pueda verme, yo lo que necesito es un médico”.
Su mamá explicó a ese mismo medio de comunicación que mucha gente llegaba a ver la condición de salud de su hija, sin embargo, estas personas que le visitaban le aseguraban un médico que nunca llegó.
“Mucha gente la ha venido a ver, prometen un médico pero no llega. Yo ya no creo, nosotros no tenemos para pagar a un doctor que venga a la casa, porque no tenemos dinero para hacerlo”, dijo la madre de Carolina a Stereo Romance.
Carolina vivía en Diriamba, una ciudad a 42km de la capital Managua. Tenía 35 años de edad y fue una excarcelada política que estuvo diez meses en prisión por manifestarse en contra del gobierno de Daniel Ortega.
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