El Centro para la Educación y Prevención del Sida (Cepresi) informó que «Nicaragua registra un repunte de casos de VIH entre la población clave», según datos brindados a la agencia EFE.
Entre los miembros que se consideran parte de la población clave están las personas que utilizan drogas inyectables, trabajadoras sexuales, homosexuales y presas.
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El director de Cepresi señala que en 2019 registraron 427 nuevas infecciones de VIH, lo cual representa un aumento del 7.6% en los casos.
Cifras del Ministerio de Salud señalan que en 2019 Nicaragua cerró con un total de 1,093 nuevas infecciones.
Bismark López Gómez, presidente de la Fundación Vida, Fe y Esperanza, afirma a NICARAGUA INVESTIGA que la curva se dispara entre las edades de 14 a 35 años. Es decir, la población joven.
Pero los riesgos no solo se limitan al aumento de casos, sino que además, el COVID-19 ha agudizado la situación de la comunidad VIH en Nicaragua.
Decae la atención
El COVID-19 ha interrumpido la calidad en los servicios de salud para los pacientes con VIH.
Actualmente, 11 países de las Américas tienen menos de tres meses de suministro de antirretrovirales, según señaló este martes la presidenta de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne.
Lo que supondría que pronto las personas que viven con VIH podrían verse obligadas a interrumpir su tratamiento.
Además, también la atención se ha visto “gravemente afectada, o peor aún, se ha detenido por completo” ya que los trabajadores de salud son redirigidos a atender a pacientes con COVID-19, según Etienne.
Y aunque la pandemia ha generado grandes afectaciones en Nicaragua, López destaca que las repercusiones se vienen presentando desde hace unos años con la crisis sociopolítica de 2018.
Asegura que no solo se ha dificultado el acceso a los medicamentos antirretrovirales, sino que también ha cambiado “el perfil de atención profesional”.
«Por ejemplo, las personas que trabajan en las zonas francas, que no tienen permisos» tenían la oportunidad de que otro usuario les hiciera el favor de recoger sus medicamentos. Pero esto ahora ya no es permitido.
Los retrovirales son proporcionados únicamente por el Ministerio de Salud a través de las clínicas de atención integral, y cuando los pacientes no pueden movilizarse esto representa un “inconveniente monumental” a opinión de López.
“Porque obviamente con la crisis y el desempleo las empresas han aumentado las normativas, si antes daban quince minutos o media hora para acceder a una clínica privada, ahora no la dan definitivamente, entonces ¿qué pasa? El paciente pierde su tratamiento antirretroviral”.
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Y lamenta que, aunque ya tienen casos registrados, no pueden hacer efectiva la denuncia, ya que esta debe presentarse a la Comisión Nicaragüense del SIDA (Conisida).
“¿Y quién es Conisida Nacional? Es el gobierno, entonces no caeríamos en nada” señala.
Preocupación en la comunidad VIH
La Fundación Vida, Fe y Esperanza registra que más del 90% de los usuarios del proyecto de atención en Masaya son de escasos recursos, por lo que con la llegada de la pandemia las preocupaciones aumentan.
Ahora deben incurrir en gastos extras como la compra de alcohol y mascarillas para proteger su salud.
“Si antes tenían para hacer un tiempo de comida y aun así se arriesgaban a tomar el antirretroviral, que es una droga muy fuerte para el organismo, ahora que tienen que adquirir productos de saneamiento, la preocupación aumenta” señala López.
Además, que deben extremar las medidas, ya que una persona mal atendida en condición VIH está más vulnerable, pues su sistema inmunitario se encuentra debilitado.
Atender casos
Frente al aumento en los casos de VIH, López considera que es importante brindar atención al tema, pues estos continuarán creciendo cada día.
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Sobre todo, destaca la importancia de educar a la población nicaragüense, en donde prevalece una cultura de estigmatización y discriminación hacia la comunidad VIH.
“Falta mucha educación e información en la población nicaragüense, lastimosamente estamos muy lejos de esto porque hay situaciones que van relevando a la comunidad VIH” señala.
La OPS ha llamado a los gobiernos a adaptarse a esta nueva situación sanitaria, y a asegurar la atención a las poblaciones vulnerables.
«Esta no es una opción o la otra, sino que los gobiernos deben lograr ese equilibrio cuidadoso para la salud pública. Los países pueden responder a la COVID-19, al tiempo que ofrecen otros servicios esenciales” señaló la representante de la OPS.
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