¿Por qué este no es el mejor momento para migrar a EEUU?

Este pasado lunes el gobierno de Estados Unidos anunció que mantiene bajo vigencia la normativa conocida como Título 42, la cual permite la deportación acelerada de migrantes. La razón, es el aumento de indocumentados que llegan a la frontera sur en busca de asilo y el alarmante aumento de los contagios de COVID-19 en el país.

La medida fue aplicada por primera vez en el año 2020 por la administración del ex presidente Donald Trump, durante el inicio de la pandemia. Ahora, Joe Biden estaría retomándola en medio de los anuncios de una saturación en las salas de emergencia por la propagación de la nueva variante delta.

«Como parte de los esfuerzos de mitigación de COVID-19, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) continuará procesando a las personas de acuerdo con la Orden del Título 42 actualizada de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC)» dicta el comunicado del ministerio.

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El licenciado en leyes migratorias y activista, Rommel López, recuerda que además la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza ha emitido una alerta temporal recientemente para los viajeros dentro y fuera de Estados Unidos, y los únicos que podrán entrar por tierra en cualquier puerto migratorio son los ciudadanos o residentes regresando al país, individuales para propósitos médicos, estudiantes, trabajadores esenciales, miembros del ejército y familiares, o por viajes de emergencia, comercio, o diplomáticos.

Altos riesgos

Aunque migrar siempre ha sido una elección que conlleva diversos riesgos, las recientes medidas agregan mayores dificultades para la vida y seguridad de los indocumentados. Los protocolos de protección para evitar mayores contagios por coronavirus alargan la espera de los migrantes para lograr su ingreso a Estados Unidos, lo cual representa un peligro ya que en las zonas fronterizas se identifican diversos casos de violaciones, secuestros y asesinatos.

Un caso reciente ha sido el de la familia Ampié Machado, quienes fueron secuestrados en dos ocasiones por carteles mexicanos durante su trayecto hacia Estados Unidos. Sus familiares en Nicaragua debieron pagar altos montos de dinero para que todos fuesen liberados y pudiesen continuar su rumbo.

«En este momento no creo sea factible migrar, especialmente no solo por las nuevas regulaciones, sino por el alto peligro que corre la gente en el camino, tenemos dos personas asesinadas solo ayer de balazos, el muchacho que cayó del tren, la familia Ampié Machado que fue secuestrada 2 veces», entre otros casos, advierte un exiliado bajo anonimato.

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«Venirse a hacer este tipo de travesía es una decisión bastante personal, las historias de muchas personas son aterradoras, no solo afuera, sino dentro de los centros de detención, donde también existe violación de derechos humanos» detalla el nicaragüense en el exilio, quien además aconseja a que «antes de intentar viajar, procurar pensarlo dos veces, porque ser deportado a Nicaragua no es una opción, y más con personas que no traen suficientes pruebas para un asilo».

Para López, el problema debería ser tratado desde la raíz. «¿Por que nuestra gente viene? Por la represión actual, y con mucha razón; el gobierno (de EE.UU.) debe de ejercer mucha presión al gobierno de Nicaragua para que nuestra gente no tenga que salir del país y Estados Unidos tener un colapso de inmigrantes en cada frontera, muchos de ellos duermen en las calles, viven el dia a dia con niños menores de edad expuestos a un sin número de peligros».

Organizaciones que trabajan con migrantes también advierten sobre los riesgos de viajar en estos momento. «El sueño americano se ha convertido en pesadilla para miles de nicaragüenses que arriesgan sus vidas, en estos momentos no existen condiciones para entrar por las fronteras, la nueva ola de COVID-19 ha activado el Título 42 y están siendo regresados a México; los vuelos llenos con deportados, están ocurriendo de nuevo» advertía hace unos días Nicaraguan American Human Rights Alliance.