La presidenta del extinto partido opositor Ciudadanos por la Libertad (CxL), Kitty Monterrey, cuya personería jurídica fue despojada el pasado viernes, reapareció este martes en Costa Rica brindando declaraciones al medio Telenoticias.
Monterrey salió del país en medio de la persecución que el gobierno de Daniel Ortega inició en su contra y de los líderes de Cxl, como Pedro Joaquín Chamorro, Arturo Cruz, y el exembajador Mauricio Díaz.
La expresidenta de Cxl dijo que «los últimos días que le quedan los dedicará a ayudar y ver qué estrategia usaremos para lograr a Daniel Ortega del poder».
La política fue cuestionada por el periodista de Teletica respecto a la crisis que vive Nicaragua y la postura de la empresa privada que ha guardado silencio sobre la anulación de Cxl; y la sobre la Iglesia católica.
Monterrey defendió la postura del empresariado e indicó que «no todos pueden medirse con la misma vara», tras abordársele del enriquecimiento del sector empresarial durante los primeros años del gobierno de Ortega.
#ÚltimoMinuto: Kitty Monterrey aseguró que la oposición "no está dividida", sino que "ha habido una serie de opiniones diversas". https://t.co/ZO4fWoGOXB pic.twitter.com/firzE4c6lf
— Nicaragua Investiga (@nicaraguainvest) August 10, 2021
Además se declaró «pro empresariado» y los describió como las personas «que generan empleos y riquezas» en Nicaragua.
También se le preguntó sobre la división de los grupos opositores y dijo que la «unión se había logrado», pese a que nunca se concretó una alianza con el también desfrenestrado Partido de Restauración Democrática (PRD).
«No es que estemos divididos, es que ha habido opiniones diversas», dijo Monterrey.
Explicó que cuando se formó la Coalición Nacional y otras organizaciones, estas eran de carácter nacional y, según ella, sin una estructura amplia ni una base que pudiera realmente constituirse en una organización que le hace frente a una dictadura.
“Las organizaciones para que sean exitosas de abajo hacia arriba y no a la inversa. Entonces nosotros no es que no quisimos unidad, es que no quisimos meternos en un problema que al final tuvimos la razón, se desbarató y nosotros más bien estábamos con las puertas abiertas para que se integraran en una alianza, no en el partido, en una alianza”, se justificó.
Lucha cívica
Kitty Monterrey afirmó que CxL apostaba por la difícil lucha cívica, pese a que entendía que en Nicaragua hay “una dictadura” y que posiblemente se preparaba un “fraude” en las elecciones del 7 de noviembre.
“No por eso nosotros no debíamos de continuar haciendo hasta lo imposible por mantenernos dentro de la vía cívica”, dijo.
Insistió en que a pesar de que hay varios líderes opositores encarcelados, incluyendo aspirantes presidenciales de CxL esa organización política seguía firme en correr en las elecciones del 7 de noviembre, porque no veían otra opción.
“Nosotros siempre dijimos: ‘Nos vamos con el que quede’. Después cambiamos y decidimos con el que se atreve, porque cada día, obviamente, íbamos quedándonos con menos y menos (candidatos)”.
En la entrevista se le preguntó el porqué CxL cayó una vez que el Consejo Supremo Electoral inhabilitó a la candidata a vicepresidenta Berenice Quezada. “Nosotros callamos en cuanto a Berenice, no porque no quisiéramos defenderla, sino más bien para protegerla, porque sabíamos que cualquier acción nuestra demasiado pública lo que iba a hacer es perjudicar a una joven que no tenía ni siquiera necesidad de arriesgándose y participar en una contienda electoral como candidata a la vicepresidencia”, explicó.
Apostaban al voto masivo
Dijo que pese al fraude, “la apuesta era un voto masivo que podía descarar o desenmascarar a la dictadura ante la comunidad internacional”.
“O sea, si hubiera una alternativa mejor estábamos dispuestos, pero nunca nadie dio una alternativa y lo que puede hacer la comunidad internacional es bien limitado. Los nicaragüenses somos los que tenemos que aprender a resolver nuestros problemas”, enfatizó.
“Nunca voy a dejar de ser nicaragüense”
En relación al despojo de su nacionalidad por parte del gobierno de Nicaragua, Monterrey expresó que eso no significa que ha dejado de ser nicaragüense, ya que la Constitución se lo permite al ser hija de madre nica.
Expresó que en Nicaragua a cualquiera, como ella, que ya sido identificada y puesta en una lista negra, corre “el riesgo de ir a parar a la cárcel”.
“Cuando uno está en una dictadura sabe que con ellos no se razona, por lo tanto decidí ocultarme hasta ver cómo podía salir del país”, afirmó.
“Yo nunca voy a dejar de ser nicaragüense, un papel es un papel, por lo tanto voy a seguir luchando por Nicaragua. Eso no termina aquí, pero no tenía sentido (quedarse) porque una de dos, o me iban a llevar presa o me iban a deportar, entonces para qué iba a quedarme en Nicaragua.
Piensa asentarse en Costa Rica
Monterrey explicó que desde el viernes pasado estuvo oculta en Nicaragua, y que su salida del país “tuvo que ser paulatina” para poder llegar a Costa Rica de manera segura.
“Ahora solo soy ciudadana norteamericana, tendré que ver con la embajada americana aquí cómo legalizar mi estadía porque en efecto pienso quedarme en Costa Rica si eso es posible, quiero estar cerca de mi país y quiero seguir ayudando”, indicó.
No se considera víctima
“Yo no me considero víctima y yo creo que ese sería un grave error el que nosotros ahora y por lo menos yo en el exilio me considere víctima”, sostuvo Monterrey en la entrevista.
En este sentido, dijo que no quiere victimizarse y que Nicaragua es una enorme cárcel en la que las personas están como “rehenes de una dictadura”.
“No podemos mantener ni asumir el papel de víctimas, tenemos que seguir luchando, porque es muy cómodo decir: ‘Somos víctimas pues, me sacaron del país’, ¿Y qué vas a hacer? ¿Me voy a quedar en mi casa? No, hay que seguir adelante”, agregó.
Monterrey indicó que hay que seguir presionando a lo interno de Nicaragua, estar preparados para “observar” el fraude electoral del 7 de noviembre y “hacer conciencia ante la comunidad internacional de que están logrando aglutinar en una sola posición de oposición a toda esta diáspora nicaragüense que está exiliada en diferentes partes del mundo”.
“Tal vez de una sola vez podremos decirle al mundo: ‘Aquí estamos unidos contra una dictadura y esta es la estrategia, este es nuestro plan y vamos a seguir avanzando’, porque no podemos simplemente estar dependiendo de todos y de los que nos van a ayudar, tenemos que ser nosotros mismos los que propongamos soluciones y activamente participemos para derrotar a Ortega, de alguna forma, pero se tiene que lograr”, enfatizó.
Relanzar la resistencia cívica
Monterrey afirmó que la oposición puede relanzar la resistencia cívica mientras demanda la liberación de presos políticos. Sin embargo, insistió en que la gran pregunta es “cómo relanzarla sin exponerse a que haya más presos”.
Monterrey afirmó en la entrevista que la prioridad de todos siempre ha sido la liberación de los presos políticos.
La política reconoció que la Iglesia Católica es la gran guía moral de los nicaragüenses y que esta ha denunciado la falta de condiciones electorales en el país. La Iglesia ha quedado como la “única voz que representa la voluntad del pueblo de Nicaragua en Nicaragua”, reflexionó.
Dijo que Ortega definitivamente se reelegirá en noviembre, pero expresó que Nicaragua está en el centro de una región vital en el tema migratorio de personas que quieren llegar a EEUU, de allí que habrá que ver qué deciden los países del área para hacer un esfuerzo regional en cuanto a la crisis nicaragüense.
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