Daniel Ortega suele ausentarse durante mucho tiempo de la vista del público. Hasta el momento la más larga ha sido entre el 11 de enero y el 21 de febrero del 2021. Fueron 40 días sin dar señales de vida en medio de una pandemia de COVID-19. Pero cuando Ortega reaparece en muchas ocasiones convoca a cadena nacional de radio y televisión, incluyendo la TV por suscripción, por lo que los nicaragüenses o escuchan el largo discurso del líder sandinista o apagan sus dispositivos.
El último mes el mandatario rompió récord en sus comparecencias. Inició el pasado 2 de septiembre con el acto de celebración del 42 aniversario del Ejército y al día siguiente continuó con el desfile militar. El lunes 6 de septiembre celebró el 37 aniversario de la Dirección de Operaciones Especiales Policiales (DOEP), algo que había hecho antes. Tres días después encabezó el acto del 42 aniversario de la Policía y el 10 de septiembre encabezó el acto del desfile de la Policía. Por si no bastara, al día siguiente recibió la Antorcha de la Libertad Centroamericana. De esas actividades oficiales, solo en las del 6 y 11 de septiembre no hubo cadena nacional.
Ortega parece no satisfecho con su enorme maquinaria mediática integrada principalmente por los canales de televisión 2,4,6, 8 y 13; las emisoras Radio Nicaragua, Radio Ya, Radio Sandino y La Primerísima, e innumerables plataformas digitales y medios de comunicación locales que responden a los intereses de la familia presidencial. El líder sandinista quiere que su mensaje lo transmitan el resto de medios de comunicación, aunque para estos las dos o tres horas que dura un acto representan solo gastos y prácticamente ningún beneficio.
¿Es posible el contagio del COVID-19 en playas y piscinas?
Señal debe tomarse del Canal 4 o del Canal 6
Cuando hay convocatoria a cadena nacional, el Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor) expresa que es obligación estar atento desde las 4:00 de la tarde y que la señal deben tomarla los medios ya sea del estatal Canal 6 o de Canal 4, propiedad de la familia Ortega Murillo.
El 30 de junio del 2021 Telcor publicó un acuerdo administrativo en el Diario Oficial, La Gaceta, informando a las empresas de cable que «están en la obligación de unirse a la cadena de radio y televisión» en el caso de que se presenten “situaciones de emergencia nacional, regional, vinculadas a la seguridad y defensa de la nación».
La medida implica también «graves alteraciones al orden público, a las condiciones económicas y sociales, epidemias, pandemias, fenómenos o catástrofes naturales y en general cuando las autoridades del Gobierno de la República de Nicaragua transmitan mensajes de interés nacional».
Discursos vacíos vs discursos de «interés nacional»
El problema radica, según críticos, en que los discursos del mandatario se caracterizan por ser extensos, con divagaciones, narraciones de hechos inconexos y furibundos ataques a la oposición, a Estados Unidos, a los empresarios y a la Iglesia Católica.
Para dar un ejemplo, de las cinco primeras intervenciones públicas de la primer quincena de septiembre solo en la del acto del 42 aniversario de la Policía, el presidente Ortega dio a conocer algo de interés nacional. Ese día informó el porcentaje de nicaragüenses que habían sido vacunados contra el COVID-19 y el total de ciudadanos a los que se le aplicará. Ese día, salvo, el informe sobre la pandemia, el resto de su discurso no puede ser catalogado de gran trascendencia para el país.
Asperguillus pulmonar, la nueva complicación de los pacientes con COVID-19
Sin alteraciones
Mientras Ortega habla, por más que su mensaje poco tenga que ver a alguna emergencia, los medios de comunicación y operadores del servicio por suscripción no pueden interrumpir de ninguna manera la transmisión, es decir, debe ser íntegra, tal como la transmiten los canales oficialistas. La señal debe llegar a los nicaragüenses “sin recortes, alteraciones o modificaciones de ninguna naturaleza», expresa Telcor.
Recordemos que que la cadena de radio y TV, es con «el propósito que la población nicaragüense esté debidamente informada sobre situaciones que revisten de interés nacional».
En el caso de violar la disposición se estaría incurriendo en “una infracción grave al contrato de licencia».
Costos operativos y el tiempo muerto
El deseo de Ortega de que su mensaje llegue a los nicaragüenses a través de medios de comunicación no oficialistas, significa altísimos gastos operativos para éstos, ya que deben invertir sus propios recursos sin retribución alguna. Económicamente ese es “tiempo muerto”.
Es muy difícil cuantificar las pérdidas totales en las que incurren en su conjunto todos los medios de comunicación no oficialistas los días que son obligados a sumarse a la cadena nacional. Pero uno se puede hacer una idea de los inconvenientes que tiene por ejemplo al conocer los precios de las pautas publicitarias que dejan de pasar debido a que Ortega está hablando.
En Radio Corporación una fuente indicó que, dependiendo el horario, una cuña de 30 segundos cuesta 17 dólares más IVA la mención. La radio cada 15 minutos en promedio hace un cambio y en estos se pasan varios anuncios.
Igualmente, hay que hacer énfasis en que muchas emisoras venden espacios. En el caso de la Corporación, el precio varía en dependencia del tipo de programa, pero por ejemplo uno de corte agropecuario podría estar costando aproximadamente entre 4,000 y 5,000 dólares mensuales. Si es de corte político es más caro.
El caso de las radioemisoras más pequeñas no es muy diferente. En una emisora del departamento de Masaya un periodista nos explicó que además de los gastos propios en los que incurre, también se da el caso de que al no transmitir anuncios debido a las cadenas presidenciales, luego se debe recurrir a ajustes para cumplirle a los anunciantes.
La emisora y los programas independientes viven de los anunciantes, y en un programa privado los anunciantes pagan por lo general de mil a mil 600 córdobas por pasar una pauta publicitaria cuatro veces en una hora.
“De hecho es una hora perdida de la radio o dos horas, lo que dure la actividad del gobierno, y no se pasan las viñetas. Lo que hace la radio es reprogramarlas, darles esas menciones en otros espacios, pero sí, es un tiempo muerto prácticamente”, explica el periodista que nos habló en condición de anonimato.
En el caso de la televisión, los costos son mucho mayores. Por ejemplo, en Canal 12 un anuncio de un minuto cuesta 1,250 dólares más IVA por 22 días, saliendo cada anuncio a 56 dólares (más IVA).
¿Por qué Ortega insiste?
Un investigador de medios de comunicación ha analizado las últimas medidas adoptadas por el gobierno y es enfático al expresar que cada vez que hay una cadena nacional ocurre un desplome de las audiencias en los diferentes medios.
«Uno puede tomar como datos empírico los canales del gobierno y vas a ver que no llegan a cifras importantes en cuanto a televidentes que estén en ese momento sintonizando esas propuestas comunicacionales», indica.
Efectivamente cuando se entra a las diferentes plataformas digitales y se observa cuántas personas están viendo el discurso Ortega o las intervenciones diarias de la vicepresidenta Rosario Murillo, uno se da cuenta del escaso alcance, a tal punto que en ocasiones no hay ni una decena de personas activas.
«Lo que está haciendo la mayoría de la población en cuanto él (Daniel Ortega) comienza la cadena nacional es apagar (el televisor) y entonces la respuesta que dio el gobierno ante ese apagón, ese rechazo, fue obligar a todas las empresas de cable televisivo que la parrilla entera esté sintonizando la señal de Canal 4 o la señal de canal 6», manifiesta.
Al respecto, el experto subraya que la relación cliente y medio de comunicación se puede negociar, pero no así la relación medio y audiencia. Es decir, con su decisión el oficialismo intenta limitar las opciones con las que disponen los ciudadanos y que la «única voz que se escuche» sea la de ellos.
You must be logged in to post a comment Login