Cuando el Consejo Nacional de Universidades (CNU) fue constituido en 1990, se pensó como una institución coordinadora de la educación superior en el país. Sin embargo, con los años de embestidas a la institucionalidad en el país y tras el retorno del sandinismo al poder, este organismo, como muchos otros del Estado de Nicaragua, exhibe una conducta cuestionable, como el despilfarro de los recursos públicos para pagar banquetes de lujos a sus funcionarios.
En 2021, a través del CNU, se realizaron más de veinticinco contrataciones de manera ilegal bajo el concepto de servicio de “Restaurantes y Catering”. Ese año el CNU derrochó cerca de un millón quinientos mil córdobas en banquetes y hoteles de lujo, mientras por otro lado niega el presupuesto debido a universidades como la Universidad Centroamericana (UCA), o bien las usurpa luego de que la Asamblea Nacional cancela su personalidad jurídica.
Estos contratos cubren desde marzo hasta noviembre de 2021, y constantemente surgen los mismos nombres en distintas instancias, cubriendo los mismos servicios, lo que se denomina ‘subdivisión’, en violación a la Ley de Contrataciones Administrativas del Sector Público (Ley 737) que en su artículo 25 prohíbe esta práctica.
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La subdivisión de contratos busca dividir una misma adquisición en partes para disminuir el tamaño de cada monto y ofuscar la cantidad real que recibirá la entidad a raíz del acuerdo. Tiene sentido que sea así. Los montos pagados a los beneficiarios oscilan entre las decenas y cientos de miles de córdobas.
Los procesos de contratación llevan todos la firma del secretario técnico del CNU, Jaime Francisco López Lowery, quien además es vicerrector general de la UNAN-Managua, miembro de la Comisión de la Verdad, conocida como la “Comisión de Porras”, fue miembro de la Policía Nacional y que actualmente está participando en la usurpación de las universidades que le liquidaron sus personalidad jurídica.
Hotel Camino Real
La sociedad anónima Posada del Sol (Hotel Camino Real), representada en los contratos por Álvaro Daniel Dieguez Marroquín, quien también es presidente de la Asociación de Hoteles de Nicaragua, recibió de estas contrataciones más de quinientos treinta mil córdobas divididos en tres contratos diferentes, todos por el mismo concepto de “Restaurantes y Catering”.
El Hotel Camino Real es de cinco estrellas de la cadena internacional Hoteles Globales, propiedad del magnate español José Luis Carrillo Benítez, quien es el beneficiario final de los contratos entre el CNU y Posada del Sol, S. A.
El español es un empresario de bajo perfil, pero que posee una considerable fortuna. “Durante años sabíamos que Carrillo era un hotelero que tenía una cadena y que las cosas le iban bien. Existía pero no sabíamos quién era”, dijo un empresario español a El País.
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Buffet Daryl Rachell
Otro establecimiento contratado por el CNU es el Buffet Daryl Rachell, ubicado en la Avenida Principal de Altamira, una zona de comercio en Managua. El beneficiario final de esos cinco contratos, que entre ellos suman casi setenta y un mil córdobas, es Lisseth del Carmen Velásquez Lampin.
Hay constancia de una empresa registrada en 2020 en Boca Ratón, Florida, bajo el nombre de Lisseth Velásquez Lampin Co. Un individuo llamado Walter J. Franco está registrado como presidente de esta y otras empresas que aparentemente comparten oficinas en el 5550 de Glades Road.
No hay mayor información sobre las actividades de estas empresas y todo parece indicar que se trata de un enjambre de sociedades fantasma. Por ejemplo, la dirección de Boca Ratón que comparten aparece a la venta en un servicio de oficinas virtuales.
Otros negocios
El CNU contrató a otros negocios para algunos eventos en 2021. Quince mil córdobas destinó a una contratación con Bocadillos y Comida Elisa en León para un evento en la biblioteca del Campus Médico de la UNAN-León. El beneficiario final de tal contrato fue Marya del Socorro Paiz Álvarez.
Se contrató a Refresquería Mokaccino para un evento en las instalaciones de la Universidad Indígena y Caribeña de Bluefields (BICU). El beneficiario final de los treinta y cuatro mil córdobas de ese contrato fue Magaly Auxiliadora Rodas.
Otro documento adjudica la contratación de diez habitaciones dobles y una “sencilla” en Managua (16 a 17 de abril) y doce habitaciones dobles y una “sencilla” en León (23 a 24 de abril). Los beneficiarios finales de los noventa y cinco mil cuatrocientos diez córdobas, fueron el Servicio Hotelero Austria Navarrete y Cía. Ltd. (León) e Inez de la Concepción Valverde Mendoza, profesora de la UNAN Managua.
El CNU contrató al restaurante El Sesteo de León para un evento en la UNAN-León el 25 de junio. El Sesteo es propiedad de la familia Marín Saravia y Marcela Margarita Saravia Lanzas, que ganó veinte mil córdobas de ese contrato.
En octubre, el CNU contrató los servicios de Comidería Doña Vilma. Vilma del Carmen Guerrero Bonilla fue la beneficiaria final de ciento noventa y cuatro mil córdobas. La web del Instituto Nacional Tecnológico (INATEC) promovió las actividades de Guerrero en 2019 en un artículo en el que ella avaló las políticas del gobierno sandinista que le permitieron estudiar gastronomía en INATEC.
Eventos Soluciones, una compañía de “Servicios de Eventos, Organización de Eventos, Organizadores de Exhibiciones y actividades de negocios”, fue contratada por el CNU para proporcionar almuerzos y refrigerios para un evento el 27 de octubre. La beneficiaria de los casi catorce mil córdobas de la contratación fue Andrea Margarita Osejo Romero.
¿Cuál crisis económica?
Siendo que el salario mínimo nicaragüense está alrededor de los seis mil córdobas, estas cifras resultan exorbitantes considerando los servicios contratados y la situación de crisis tanto social como política y pandémica que atraviesa el país desde hace ya varios años.
En todo ese tiempo, desde el CNU se han repartido lujos y enormes sumas de dinero público. Nicaragua Investiga reportó que, entre 2018 y 2020, el CNU derrochó alrededor de diez millones de córdobas en viajes al extranjero, restaurantes, cáterin y hoteles.
El CNU también tiene una estrecha relación con Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN), supuesta defensora de los derechos de los estudiantes en las universidades públicas, pero que es notoria por su defensa del gobierno sandinista. UNEN ha recibido fondos del CNU para viajes al extranjero, sobre todo a Venezuela y Cuba, y otras contrataciones de servicios de “restaurantes y catering”.
Especialistas en contrataciones públicas consideran que los gastos en adquisiciones habrían estado mejor enfocados a suplir las necesidades reales de una institución dedicada a la coordinación de la educación superior. También afirman que los montos son demasiado elevados y que, en el caso de ser estos servicios necesarios, se debe hacer la adquisición buscando la eficiencia de los recursos del Estado y no el lujo.
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