El régimen Ortega Murillo continúa impulsando «graves violaciones» a los derechos humanos en Nicaragua, el aislamiento político con la comunidad internacional y el rechazo a establecer una mesa de diálogo con los diferentes sectores del país, expuso el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ANUCDH), ante el Consejo de Derechos Humanos que se desarrolló en Ginebra este martes.
El director de la ONU para los Derechos Humanos, Christian Salazar Volkman, dijo en su intervención que «el gobierno (Ortega Murillo) también ha continuado en sus intentos de acallar las voces críticas y disidentes en Nicaragua, reduciendo drásticamente el espacio cívico».
¿Qué opciones quedarán para denunciar abusos a los derechos humanos en Nicaragua?
Por su parte, la representante de España ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, María Bassols, indicó que su país ve con «atención la evolución de la situación de Nicaragua que continua sin mejora en los principales asuntos recogidos en el informe» por lo que considera «que Nicaragua debe de permanecer en la agenda del Consejo (de derechos humanos)».
La representante española demandó el «retorno a la convivencia cívica del Estado de derecho y el respeto a la libertad de expresión, reunión y asociación». A su vez, exhortó a la liberación de los más de 190 presos políticos.
Otro de los países que manifestó su preocupación por el deterioro a los derechos humanos en el país centroamericano fue Chile, quien alertó sobre el aislamiento internacional de Nicaragua y llamó a apoyar «al pueblo nicaragüense para la reconstrucción de su democracia».
En el Consejo de Derechos Humanos @UN_HRC, Chile 🇨🇱 manifiesta preocupación por el profundo deterioro de los #DDHH en Nicaragua 🇳🇮 y su creciente aislamiento internacional. Reiteramos nuestro apoyo al pueblo nicaragüense para la reconstrucción de su democracia. #HRC51 #CDH51 pic.twitter.com/wnQAC60FWl
— Chile 🇨🇱en Ginebra (@ChileONUGinebra) September 13, 2022
Ataque a la Iglesia Católica en Nicaragua
La agencia reiteró su denuncia sobre los ataques en contra de la Iglesia católica en Nicaragua y el encarcelamiento del obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, quien cumple más de 40 días sin ser presentado públicamente.
Para la ONU, es de «mucha preocupación» los ataques constantes en contra de la prensa independiente, la libertad de expresión y la Iglesia Católica; así mismo, criticó el uso del sistema judicial como método de represión en contra de disidentes y opositores en Nicaragua.
La doctora Vilma Nuñez, presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), demandó la liberación de los sacerdotes y obispos detenidos en Nicaragua a manos del régimen Ortega Murillo.
«Lo más grave de la persecución en las últimas semanas contra la Iglesia católica es el secuestro de monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa y 12 personas a las que la Policía Nacional mantuvo por 18 días encerrados en la curia episcopal y, en la madrugada del 17 de agosto fueron trasladados a Managua y encarcelados en El Chipote (Dirección de Auxilio Judicial)», dijo la defensora de derechos humanos.
La doctora Nuñez exhortó al Consejo de Derechos Humanos de la ONU que demande al régimen Ortega Murillo el ingreso de los diferentes mecanismos de protección de derechos humanos «para que corroboren el estado deplorable de la situación de los más de 200 presos políticos y demandar su inmediata liberación».
Régimen mostró su «rechazo total» al informe de la ONU
Wendy Morales, procuradora general del Nicaragua, manifestó su «rechazo total» al informe que presentó la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (OACNUDH), sobre el deterioro de los derechos humanos en el país.
Para Morales, la ONU «se sigue prestando a una engañosa, infame y falsificada situación de los derechos humanos». Además, descartó que el país acate las recomendaciones de la ONU, aduciendo que el órgano mundial pretende «inmiscuirse en los asuntos internos de Nicaragua».
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