Sacerdote Erick Díaz de El Tuma-La Dalia narra condiciones de su exilio

Mediante un texto el padre Erick Díaz, titular de la parroquia San José Obrero en El Tuma-La Dalia, dio a conocer que se encuentra en el exilio desde el martes 23 de agosto, tras escapar luego de recibir el aviso de que iban por él.

“Hago del conocimiento de quienes han estado preguntando por mí, que tuve que exiliarme. No ha sido fácil esta decisión, pero por encima de todo está la vida y los derechos inherentes a cada ser humano que han sido irrespetados. Gracias de corazón. Sé que ustedes, los fieles, son hombres y mujeres de Dios que están muy cerca de cada pastor y les agradezco su cercanía”, expone el sacerdote.

Explica que su único delito fue “estar del lado de la verdad, del lado del sufrido pueblo, de la defensa de los derechos de cada ciudadano”. Asegura que la Iglesia no está defendiendo ideas, pues no es su cometido y que lo único que han hecho es defender “la dignidad humana, sea de donde sea, es nuestro deber alzar la voz por el pisoteado, por el marginado, por el indefenso”.

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Nunca ha deseado estar en un cargo público

El texto refiere: “nunca he deseado (ni desearé) ser alcalde, concejal o diputado. Un obispo nunca ha deseado ser presidente u otro servicio público, ya que somos pastores y es el mejor regalo que Dios en Jesucristo nos ha dado, ser ministros y embajadores de las cosas del cielo en la tierra”.

Dice que ser cristiano y hacerse de la vista gorda para no meterse en problemas, mientras a un hermano lo están pisoteando y mancillando, significa cuestionarse “¿qué cristianismo practico?”, y que “el verdadero prójimo es aquel que ve el dolor, la herida de su cercano y lo ayuda”.

Relata que el pasado 14 de agosto se le prohibió asistir a la misa del congreso Mariano en Matagalpa y que tuvo que pasar encerrado ese día en la parroquia. Luego, el 19 de ese mismo mes, tenía programada una misa en una comunidad de El Tuma-La Dalia, pero por seguridad decidió no ir.

Al día siguiente, el sábado 20, tomó la decisión de salir, pero agentes policiales que cercaban la entrada de la parroquia le “lanzaron improperios y tomaron muchas fotografías al vehículo” en que se trasladaba.

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Su exilio el martes 23 de agosto

“El Domingo 21 la misa dominical estuvo visitada por agentes de civil, que fotografiaron y tomaron videos dentro de la misa. Y el martes 23 que se me comunicó, por un buen Nicodemo -que por seguridad no puedo revelar-, que debía escapar porque ese día iban por este servidor”, narra el padre Erick.

Relata que todo lo que el pueblo de Nicaragua está sufriendo “no tiene precedente semejante” y que es “un dolor muy grande para todos”. Sin embargo, mantiene las esperanzas de que cambiará, porque no todo está perdido. “Hoy Nicaragua está sumida en el dolor, en el miedo, en el terror. Pero de todo ello se construye un nuevo porvenir”, agrega.

Desde el exilio alza su voz por la libertad de Mons. Rolando Álvarez, sacerdotes y laicos, expone que ellos “no son delincuentes, sino pastores con olor a ovejas que han estado cercanos al pueblo sufrido. Ellos son inocentes y deben ser puestos en libertad y vueltos a nuestra amada Diócesis, donde todos queremos reunirnos y seguir con nuestra misión que es salvar almas para Jesucristo, concluye.