¿Cuántas veces le preguntaron de niño qué quería ser de grande?, es probable que le interrogaran en un sinfín de ocasiones y que su respuesta haya sido muy tradicional de acuerdo a las profesiones de sus padres o familiares, o quizá haya dado las básicas: médico, maestra, constructor, entre muchas otras.
Pero los tiempos cambian y el pensamiento de las nuevas generaciones también, el sueño de dedicarse a las labores médicas, de educación o la construcción van quedando relegadas debido a la influencia de las nuevas tecnologías y las distintas formas que estas han generado para ganarse los “pesos” de un modo, quizá menos tedioso.
Es así como vemos, que para muchos es más fácil soñar con ser youtuber o influencer, pues estas supuestamente son formas de ganarse el dinero de un modo más tranquilo, un negocio propio con horarios a tu medida, un poco más de libertad, ingresos que pueden ser bastante generosos, pero sobre todo la satisfacción de hacer algo que te gusta.
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Basándose en las búsquedas de Google, entre octubre de 2021 y octubre de 2022, la empresa de servicios financieros Remitly, con sede en Seattle, Estados Unidos, elaboró un mapa sobre los “Trabajos de ensueño en todo el mundo”. Entre estos destacan ser piloto, escritor/a, bailarín/a, youtuber, entre otros.
El empleo soñado de los nicaragüenses
Si asociamos la búsqueda por país, en el caso de Latinoamérica y el Caribe, resalta el ser escritor, especialmente en naciones como Belice, Guyana, Jamaica, Trinidad y Tobago, Barbados, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda, entre otros. Esa misma opción es la número uno en los países nórdicos y otros europeos.
En segundo lugar está el convertirse en influencer, aquí destacan los nicaragüenses que buscan el “estrellato” en las redes sociales. Según el análisis de las búsquedas de Google, esta es la profesión por la que más se consulta en Nicaragua. Pero al parecer no somos el único país en el que se busca generar ingresos con las nuevas tendencias, en Honduras, Costa Rica, Venezuela, Ecuador, Paraguay y otros, la opción es la misma.
“La fama y las ventajas de una carrera como estrella de las redes sociales es claramente un gran atractivo para las personas ‘influencer’ que también encabezan las listas en once países, incluidos España, Argentina y Colombia”, detalla el estudio.
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Después de ser influencer siguen aquellos que les encantaría generar contenido para YouTube. Los mexicanos, peruanos, bolivianos, chilenos y uruguayos, sueñan con convertirse en youtubers, atraídos por la “adulación y las recompensas financieras que vienen con millones de visitas y seguidores”.
“La creación de videos humorísticos, perspicaces y adictivos para el popular motor de búsqueda YouTube fue la mejor opción de carrera al observar específicamente las redes sociales y las profesiones en línea”, explica Remitly.
Viejas profesiones siguen manteniendo buenos lugares
Pero las viejas profesiones por las que muchos han soñado, no han quedado en el olvido. Así a nivel mundial con al menos 104,080 búsquedas, el convertirse en doctor/a se mantiene en el puesto número trece de este ranking de los 20 trabajos con los que más se sueña. A nivel latinoamericano, específicamente en países como Haití, Puerto Rico, Guayana Francesa, Martinica y Guadalupe, sigue primando el deseo de ser abogado.
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En cambio, en países como Guatemala y Panamá se sueña con ser emprendedor, aunque no se especifica los tipos de rubro en el que desean emprender. Algo bastante similar piensan los brasileños, que optarían por convertirse en empresarios. Si vamos más al norte del continente americano, los canadienses y estadounidenses coinciden en el sueño de ser pilotos.
Remitly destaca entre todas las profesiones a nivel mundial, la de programador, que “se desvió del estrellato de las redes sociales entre los cinco principales de este sector, ya que ofrece salarios altos, arreglos de trabajo flexibles y, en su mayor parte, seguridad laboral favorable”.
Si bien se pudiera percibir como un dato superficial porque se basa en las búsquedas del gigante Google, esto da una idea de cuáles son las aspiraciones de las nuevas generaciones, lo que abre una ventana a rubros hasta hace poco desconocidos y a los que deberían echar la mirada las empresas y los gobiernos, y quizá con esto paliar un poco la demanda laboral que atasca a las economías más pobres del continente como es el caso de Nicaragua.
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