China no parece ser el socio benevolente que el régimen Ortega-Murillo pretende vender a los nicaragüenses, su paso por algunos países, lejos de dejar desarrollo, los ha hundido en la pobreza tras ahogarlos en deudas multimillonarias contraídas con megaproyectos que han sido un fracaso, y que a través de concesiones, han pasado a manos del gigante asiático por casi 100 años de años.

Sri Lanka, una nación insular ubicada en Asia del Sur, es uno de los ejemplos de cómo los chinos buscan sacar ventaja de los países más pobres.

La isla situada al norte del océano Índico, muy cerca a la India, se ubica en el camino de las principales rutas marítimas del mundo en la que China puso su ojo por ser un vínculo naval estratégico entre el Asia occidental y el sudeste asiático.

Esa nación tiene una superficie de 65 mil 610​ kilómetros cuadrados (km²), casi dos veces menor a la de Nicaragua, pero tiene más de 24 millones 500 mil habitantes, es decir cuatro veces más que la nicaragüense.

Daniel Ortega entregó Nicaragua a los chinos a través de una docena de proyectos

En el orden económico, Sri Lanka es famosa por la producción y exportación de canela, té, café, caucho y coco, que la han llevado a tener el más alto ingreso per cápita en el Asia meridional. En concreto, tiene con un producto interno bruto (PIB) per cápita de 14 mil 234 dólares, seis veces mayor que el de Nicaragua

La odisea del puerto de Hambantota

En 2008 Sri Lanka inició uno de sus más ambiciosos proyectos, la construcción del Puerto Magampura Mahinda Rajapaksa, ubicado en la ciudad de Hambantota de la provincia sur de Galle, uno de los más importantes de ese país.

China financió el proyecto con un monto de 1,100 millones de dólares y contrató a una de sus empresas estatales para construir el puerto con trabajadores chinos. Con esto Sri Lanka pretendía impulsar la actividad industrial, pero ocurrió lo contrario, luego de haber sido entregado en 2010 e iniciadas las operaciones se empezaron a registrar pérdidas por el poco tráfico que atraía.

Para 2017 la deuda contraída con el gigante asiático alcanzó los 1,400 millones de dólares y la pequeña nación insular fue incapaz de pagar sus deudas. En seis años el puerto registró pérdidas de 300 millones de dólares.

Puerto de Hambantota en Sri Lanka. Foto: Hambantota International Port Group.

Acorralado, el gobierno se vio obligado a renegociar con China y la respuesta que recibió fue ceder el puerto de Hambantota a una empresa china en un arrendamiento por 99 años para saldar 1.12 mil millones de dólares. Además entregó 15,000 acres de terreno a su alrededor. En todos esos años Sri Lanka no podrá hacer uso soberano de ese territorio.

Ortega empecinado en entregar Nicaragua a China

Similar a lo ocurrido en esa pequeña nación asiática, el régimen de Nicaragua ya ha mostrado intenciones de entregar la soberanía del país a una empresa china. El primer intento fue con el megaproyecto del canal interoceánico, cedido a HKND Group, empresa dirigida por Wang Jing. Según el acuerdo de concesión, Ortega otorgó al oscuro empresario chino la construcción y administración del canal durante 50 años, prorrogables otros 50 años.

Tras ese fallido intento, el régimen dirigido de Nicaragua anunció a finales de 2023, más de una docena de proyectos dirigidos y financiados por empresas chinas. Se desconoce la letra menuda de tales acuerdos.

Uno de los principales proyectos que se ha mencionado es la construcción del Aeropuerto Internacional Punta Huete, la justificación es que el actual Augusto C. Sandino ya no tiene espacios para crecer en infraestructura. El régimen promete una terminal aérea de mayor capacidad, sin embargo, el actual todavía suple la demanda para recibir a visitantes, particularmente porque desde 2018 la llegada de turistas ha mermado considerablemente.

Pese a ello los dictadores se empecinan en inflar más la deuda externa del país, que ya supera los 15 mil 200 millones de dólares, y que de dar paso a los proyectos financiados por China podrían llevar a ahogar al país en deudas como ha ocurrido en Sri Lanka.

Fallida inversión de aeropuerto

La isla ubicada en el océano Índico, además de contraer la multimillonaria deuda para construir el puerto marítimo de Hambantota, recibió de parte de China, 200 millones de dólares para la construcción del aeropuerto internacional Mattala Rajapaksa, pero se utiliza tan poco que de acuerdo a información proporcionada por distintos medios de comunicación internacionales, sus ingresos no bastan ni para cubrir las facturas de electricidad.

“La generosidad fiscal durante varias décadas y la débil gobernanza […] nos metió en este atolladero”, declaró a agencia de noticias AFP, Murtaza Jafferjee, presidente del grupo de reflexión Advocata Institute de Sri Lanka, en mayo de 2022.

Otro de los ejemplos que cita la agencia internacional de noticias, es un centro de conferencias cercano al puerto “que costó 15,5 millones de dólares y que, desde su inauguración, no ha hecho más que acumular polvo”.

Decisiones de Ortega en política internacional afectarán la economía

Trampas de China para ahogar en deudas a otras naciones

Durante varios años China se ha mostrado como el principal prestamista del gobierno esrilanqués, alcanzado hasta 2022 el 10 por ciento del total de deuda de dicho país.

Y aunque Sri Lanka ha intentado negociar las modalidades de pago, la respuesta del gobierno dirigido por Xi Jinping ha sido ofrecer más créditos bilaterales para reembolsar los préstamos existentes, construyendo una bola de nieve que no parece derretirse.

Ya en otras ocasiones distintos expertos han señalado que China “cobra tasas de interés un tanto elevadas, por lo general del 5 por ciento”, por encima del 2 por ciento que ofrecen organismos financieros como el Fondo Monetario Internacional. Así como que el gigante asiático “no perdona la deuda económica, si no que extiende la línea de crédito”, como lo ha expuesto el economista Federico Folders, a la radiodifusora alemana Deutsche Welle (DW).

Estos escenarios y las decisiones que Daniel Ortega tome en cuanto a política internacional afectarán la economía nacional y podrían llegar a sumir al país en una profunda deuda que llevaría décadas poder disminuir, según han destacado varios expertos.

De llevarse a cabo la construcción del nuevo aeropuerto internacional, las centrales hidroeléctricas, ferrocarriles y otros proyectos financiados por China, el país acrecentaría considerablemente su deuda externa y de no tener un control podría acabar entregando enormes concesiones tal como ha ocurrido en Sri Lanka que está sometido al dominio de Xi Jinping.