En las inmediaciones del Mercado Oriental de Managua, el centro de compras más grande y popular de Nicaragua, se está construyendo un nuevo supermercado de capital chino.
La obra, que ocupará un terreno de 8,687 metros cuadrados en la Carretera Norte, donde operaba la Cervecería Victoria frente a Enabas, se convertirá en una de las construcciones más grandes en la historia de la zona, así lo anunció el medio oficialista TN8 , sin dar detalles del costo de esta inversión.
Se trata del Max Supermercado, que abrirá sus puertas en las vísperas del Día del Amor y la Amistad, prometiendo ofrecer una amplia variedad de productos, desde alimentos hasta artículos para el hogar y ropa.
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Sin embargo, esta nueva inversión extranjera, impulsada por el Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado entre Nicaragua y China en 2024, plantea serias preocupaciones sobre el futuro de los comerciantes locales que operan en el Mercado Oriental, un lugar que históricamente ha sido el corazón del comercio nicaragüense.
En un país con una economía en crisis donde los pequeños y medianos empresarios enfrentan constantes desafíos, la llegada de gigantes como el Max Supermercado puede significar la desaparición de muchos de ellos.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Comerciantes de Nicaragua, Jorge González, destacó en una entrevista al canal TN8 que la construcción de este supermercado es una muestra del interés de los inversionistas chinos por el Mercado Oriental, y no es la única.
Según sus declaraciones, al menos 300 inversionistas chinos han establecido negocios en la zona, una cifra que deja claro el control de China sobre el mercado nicaragüense.
TLC con China promueve competencia desleal
El Tratado de Libre Comercio con China, que entró en vigor en enero de 2024, ha sido presentado como una oportunidad de crecimiento para Nicaragua. Sin embargo, los números cuentan una historia distinta.
Este acuerdo ofrece incentivos para los inversionistas chinos que les permite reducir sus precios de manera considerable, lo que coloca a los empresarios nacionales en una desventaja insostenible. Mientras los comerciantes chinos disfrutan de exenciones fiscales, los pequeños emprendedores nacionales deben lidiar con las altas cargas impositivas y la competencia desleal.
A nivel comercial, el impacto del TLC con China no se ha traducido en un aumento significativo de las exportaciones nicaragüenses, como se esperaba. Según Manuel Orozco, director del programa de Migración, Remesas y Desarrollo del Diálogo Interamericano, las exportaciones hacia China apenas representan el 1% del total de las exportaciones nicaragüenses, muy por debajo de lo que se había anticipado.
Las exportaciones nicaragüenses a China han sido mínimas, alcanzando solo los 78 millones de dólares en 2024, lo que representa un incremento del 80% respecto al año anterior. Esta cifra, aunque significativa en términos porcentuales, sigue siendo marginal comparada con las exportaciones hacia Estados Unidos, que constituyen más del 60% del comercio exterior de Nicaragua.
Proliferación de marcas chinas
Por otro lado, las importaciones desde China han aumentado sustancialmente, lo que ha provocado una penetración de productos chinos en todo el país.
Este fenómeno ha sido descrito como una «competencia desleal» por parte de varios comerciantes nicaragüenses que ven cómo las tiendas de capital chino ofrecen productos más baratos gracias a las exoneraciones fiscales, mientras que ellos deben enfrentar altos costos operativos.
Las historias de comerciantes locales que han tenido que cerrar sus puertas debido a la competencia de las tiendas chinas se han vuelto cada vez más comunes.
Un ejemplo claro de esto es el caso de Frayni Store en Rivas, un negocio que luchó por mantenerse a flote ante la avalancha de productos chinos a precios insostenibles, pero que tuvo cerrar por que no pudo competir con los inversionistas asiáticos.
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