La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advirtió en un informe titulado; «Seguridad Alimentaria bajo la Pandemia del COVID-19», que la crisis sanitaria traerá un incremento en los índices de hambre y pobreza en seis países de América Latina, incluyendo Nicaragua.
La FAO resaltó a estos seis países donde hay inseguridad alimentaria aguda por factores económicos y climáticos. Estas naciones son Venezuela, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Haití. En el 2019, la región registró 18,5 millones de personas en esta situación precaria; sin acceso a una adecuada alimentación y víctimas de la pobreza extrema.
. ¿Cómo entender el informe que pronostica aumento de pobreza en 2019?
Según la FAO la población regional en inseguridad alimentaria aguda se concentraba en los países de Centroamérica, especialmente en la zona comprendida por el Corredor Seco con “4,4 millones en El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua».
El sociólogo y catedrático Cirilo Otero expresa que el Corredor Seco que pasa por Nicaragua es una de las causas de la inseguridad alimentaria debido a que es una zona que no produce nada nuevo; solamente lo granos básicos tradicionales y “nosotros tenemos ese camino seco o ese ambiente de sequía que no llueve más que 450 o 500 milímetros al año aun en medio de invierno y vive gente muy pobre”.
“En el caso de Nicaragua son aproximadamente 60 alcaldías que atraviesa el Corredor Seco. Esa es una razón muy fuerte la otra es la cultura alimentaria, nosotros tenemos una cultura alimentaria que es de frituras repetitivas y no es nutritiva y ahí tenemos un serio problema y no solamente de alimentación sino de nutrición”, señala el sociólogo.
De igual manera, la FAO señala que existen territorios donde la desnutrición infantil es de más del doble que el promedio nacional. “En las zonas rurales las cifras de retraso en el crecimiento son considerablemente mayores que en las zonas urbanas, llegando a alcanzar diferencias mayores al 50% en Belice, Bolivia, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Surinam”, resalta el informe.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estima que en 2020 el número de pobres en la región subirá de 186 a 214 millones de personas, en tanto que el número de las personas en pobreza extrema podrían aumentar de 67,5 a 83,4 millones. “Esto significaría que entre 2019 y 2020 la tasa de pobreza regional pase de 30,3% a 34,7% y la tasa de pobreza extrema de 11,0% a 13,5%”, indica la CEPAL.
Por otra parte, Otero resalta un fenómeno que ocurre en Nicaragua, que es conocido como “cordones de miserias”. Estos se tratan de las personas que han dejado sus municipios en el interior del país y se han ido a vivir y trabajar a la capital Managua, “creyendo que en la capital hay mejores sistemas de transporte, de electricidad, vivienda y trabajo, pero eso no es cierto”, dice el sociólogo.
“Realmente las condiciones de Managua son condiciones desiguales y lo que tenemos aquí es una cantidad de gente trabajando en el sector informal. No hay que olvidar que siete de cada diez personas que pertenecen a la población económicamente activa están trabajando en el sector informal y el sector informal da para comer, pero no agrega valor ni desarrollo a la economía”, explica Otero.
El sociólogo también advierte que si Nicaragua no presta atención al informe que brinda la FAO, “perdemos oportunidades de programas y proyectos que pueden incentivar la producción y atender al sector vulnerable de ese Corredor Seco y de otros lados de Nicaragua”.
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