Independizarse es una experiencia natural que puede resultar algo caótica debido a los gastos financieros que esta implica, por ello es importante que antes de dar el gran paso se tomen en cuenta algunas sugerencias para lograr una salida consciente y responsable. Al ingresar al mundo laboral, pueden aparecer las primeras ideas sobre llevar a cabo una mudanza del seno familiar; sin embargo, esto requiere de objetividad y planificación.
«Muchas veces esa iniciativa de independizarte es cuando tenes tu primer trabajo y te animas porque sabes que vas a recibir un salario equis y según vos ‘con esto pago el alquiler‘… pero siempre los jóvenes tienen que tomar en cuenta que no es el único gasto que va a venir de la mano con esa independencia, no es únicamente el pago del lugar de las cuatro paredes donde voy a estar sino, todo lo que probablemente ahorita en tu casa no pagas, ahora si vas a tener que desembolsar para tenerlo o vas a tener que presindir de eso» detalla Gisella Canales, directora de la plataforma financiera Dele Peso a sus Pesos.
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Por ello, al tomar la decisión, lo primero a considerar es cuál será el lugar al cual independizarse. Es necesario indagar precios, tamaños, considerar la zona de ubicación, pues «todo eso influye a la hora de que podas saber cuánto vas a pagar cada mes» comparte Canales.
De igual forma, recuerda que —en dependencia del sitio— pueden surgir otros gastos extras como el pago de servicios básicos y el depósito. De ahí que expertos en finanzas personales sugieran siempre tomar papel y lápiz, y elaborar un presupuesto, lo que ayudará a que la persona reconozca si verdaderamente está en la capacidad de costear los gastos mes a mes.
Una vez que se defina el lugar, Canales advierte sobre la importancia de tener claras las condiciones del alquiler, «muchas veces por la ausencia de un contrato con la persona que te va a alquilar, casi siempre surgen conflictos a la hora de ya entregar» y terminan perdiendo el depósito. Resalta en que es importante definir a través de un papel en qué casos aplicará la deducción del depósito y en cuánto tiempo será devuelto una vez finalizado el contrato.
Ahorro «por si acaso»
Canales recomienda tener siempre algún fondo o una reserva, «en caso de que por alguna razón ocurra algo y del salario no se puedan cubrir». Insiste en que el salario no debe quedar «tan comprometido», es decir que no deberían destinarse casi la totalidad de los ingresos en pagos relacionados a la casa.
Aconseja que este debe ser «lo más sencillo posible». «Si bien cuando damos un paso lo que tratamos es de mejorar nuestra calidad de vida o estar mas cómodos, lo que te va a dar más comodidad es tu tranquilidad de la billetera, tu tranquilidad financiera«; y destaca que entre más holgados y menos presionados estén los ingresos, mejor.
Si una persona cuenta con un salario mensual entre C$8 mil y C$10 mil, no debería destinar más allá de un 35% en pago de alquiler pues sería el equivalente a unos US$100, y eso «ya pesa», sobre todo al aplicarse las deducciones que reducen el dinero disponible para los gastos «y cualquier imprevisto».
A pasos cortos
La experta en finanzas considera que lo mejor es que el primer paso de independencia sea «algo pequeño y que mientras te adaptas y estabilizas tus ingresos —o generas ingresos extras— podes dar el paso a un lugar mejor, pero si te vas de entrada a un sitio que sea muy costoso y que se te lleve la mitad de tus ingresos o más, probablemente no lo vas a poder sostener en el tiempo».
Sugiere «no meterse en demasiados compromisos financieros tan jóvenes», pues el uso del crédito o de los ahorros debe que ser «para cosas importantes. Entonces mejor trata de ir poco a poco, decidí que vas a dejar y que vas a asumir».
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Ese es otro aspecto que genera dudas en el tema, sobre cuándo comprar los artículos y muebles necesarios para independizarse; Canales sugiere que primero se encuentre el lugar, se hagan las cuentas, se tome la decisión y en base al espacio del lugar iniciar a comprar los enseres del hogar «porque a lo mejor donde vas a estar no va alcanzar mucho, y tal vez te llenaste de cosas y no las vas a poder llevar».
Un error común señala es que desde que se vive en casa de los familiares se inician a comprar diversos artículos que, al momento de la mudanza, «por el simple hecho de haber comprado muchas cosas pudieras verte forzado a alquilar un lugar más grande que tal vez no necesitas». Lo ideal es recurrir a comprar «cosas compactas», detalla.
¿Compartir renta?
Una alternativa que ha venido popularizándose es compartir alquiler con otras personas para hacer más livianos los gastos. Canales considera que esto funciona en dependencia de «que tan abierto seas» pues «hay personas que les da miedo moverse con alguien desconocido, de que pueda perjudicarles desde el punto de vista de seguridad o que pueda generar conflictos, entonces tenés que valorar, porque muchas veces por disminuir US$15 o US$20 pudieras perder aún más en dependencia de la persona con la que decidas compartir».
Algo que también debe tomarse en cuenta es que si se alquila una casa entre tres o cuatro personas y ya cada quien se acomoda a la cantidad que le corresponde, pueden surgir problemas en caso de que una o dos personas decidan moverse a otro lugar pues los demás deberán asumir esa diferencia.
«Entonces, ese mes o esos meses que no consiguen alguien nuevo pueden desestabilizar nuestras finanzas, a menos que en conjunto hagan un fondo para ese fin… pueden surgir discusiones sobre la distribución de gastos, entonces todo hay que tomarlo en cuenta al tomar esa decisión, no únicamente en cuánto menos se va a gastar» recomienda Canales.
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