Desde diciembre de 2020 el deslizamiento del córdoba en comparación al dólar estadounidense pasó del 3% al 2%. No es la primera vez que se hace esto para tratar de balancear la economía nacional y evitar que una devaluación acelerada golpee fuertemente a todos los nicas.
En 2004 cuando estuvo al frente del gobierno, el ya fallecido Enrique Bolaños, el cambio pasó del 6% al 5%. Luego a finales de octubre de 2019, estando Ortega en el poder, el Banco Central también modificó la tasa de deslizamiento y desde el 1 de noviembre del mismo año la pasó del 5% al 3%.
Si bien las medidas tomadas tratan de amortiguar el impacto del deslizamiento del córdoba frente al dólar, para la mayoría de nicaragüenses el peso que esto tiene en su economía familiar, aún sigue siendo alto. Ejemplo de ello son las tasas cambiarias en los bancos, en los que éstas instituciones financieras se embolsan casi un córdoba por cada dólar que venden versus el precio en el que lo compran.
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Pero no solo esos C$0.85 córdobas promedio, que se queda el banco a la hora de cambiar los dólares, merma el bolsillo de los nicas. Al vivir en una economía con dolarización de facto; se gana en córdobas, pero la mayoría de los productos y servicios adquiridos se pagan en dólares, lo que hace que cada vez los córdobas que tenga en su mano rindan menos, así lo explica el economista Marco Aurelio Peña.
El efecto de la dolarización de facto
“El impacto paulatino erosiona el poder adquisitivo de los nicas. Una economía fuertemente dolarizada ofrece una variedad de precios y servicios en dólares (hoteles, bares, restaurantes, etc.), lugares de recreación para el nicaragüense. En cuanto a las obligaciones bancarias, son contratos dolarizados, pero la mayoría de la gente asalariada gana en córdobas”, comenta el economista.
Peña explica que el sistema de devaluación en Nicaragua tiene aproximadamente 30 años y que se creó para dar estabilidad, confianza y certidumbre a los agentes económicos.
De ahí surgieron las “mini devaluaciones” diseñadas por el BCN en conjunto con el FMI en los años 90 y que hasta el momento sirven de tipo ancla nominal de precio. Un aspecto que se debe analizar continuamente y programar cambios, pues con el paso de los años el efecto devaluativo se siente fuertemente en la economía.
“Si se compara el tipo de cambio de hoy con el de hace 10 años, se ve la diferencia. Eso, junto con la inflación incide en los costos de los niveles de vida, sobre todo en asalariados que ganan en córdobas sin mantenimiento de valor”, nos cuenta Peña.
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En cuanto a las instituciones bancarias, el economista dice que, éstas ven como una oportunidad el mercado cambiario. El comprar barato y vender caro les permite una diferencia no menor a los C$0.50 y no mayor a C$1.00 en ganancia por cada dólar que se cambia.
¿Dónde es mejor cambiar los dólares?
A manera de recomendación, Marco Aurelio dice que los nicaragüenses que reciben remesas o que tienen ingresos en la moneda extranjera, pueden buscar otro tipo de opciones cambiarias más beneficiosas o comprar con dólares en ciertos establecimientos que lo permitan.
“Con los billetes de menor denominación se puede pagar en supermercados u otros lugares. El banco no es el único lugar donde se pueden cambiar. Porque esas variaciones decimales en los bancos no se sienten mucho si la cantidad a cambiar es menor, pero cuando es mayor la diferencia aumenta, el usuario debe evaluarlo y buscar lo más conveniente”, Marco Aurelio Peña.
Éstas recomendaciones las toma muy en cuenta Leonet Soza, un técnico en mantenimiento industrial que recibe sus ingresos en dólares y que es muy perspicaz a la hora de hacer los cambios a córdobas o realizar pagos en ciertos establecimientos.
“Cobro en dólares y siempre manejo la misma moneda, solo cambio lo necesario y casi nunca voy al banco porque lo pagan muy bajo, prefiero hacerlo con los cambistas o en el negocio de mi pareja, a ella le sirven para recoger lo del alquiler del local que se lo cobran en dólares”, nos dice Soza.
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¿Qué hacer para que la devaluación no afecte tanto la economía familiar?
El experto en economía, nos da algunas recomendaciones que podemos tomar para que el deslizamiento de la moneda no golpee tanto nuestras finanzas familiares:
- No cambiar de un solo todos los dólares, hacerlo poco a poco a medida que se necesite.
- Ahorrar en dólares.
- Deudas que tenga en dólares, que se paguen con la misma moneda.
- Mantener cuentas de ahorro en dólares.
Leonet Soza, por su parte, cuenta que a él, le ha funcionado el no comprar el combustible en dólares sino en córdobas, pues las gasolineras pagan muy bajo la moneda extranjera. Aprovecha realizar pagos en dólares en algunos establecimientos que lo permiten y que tienen buenas tasas, como los supermercados y algunos tramos grandes en el mercado.
“Prefiero tenerlos en dólares, siento que valen más que el córdoba por la devaluación. Mis ahorros siempre los tengo en dólares por confianza y porque se gana más”, concluye Soza.
Es probable que en unos años se tenga que volver a revisar la tasa de deslizamiento del córdoba frente al dólar, esto para que el impacto en las familias más pobres no sea tan fuerte, para ello se deben tomar en cuenta muchos estudios de análisis y proyecciones, pues se debe encontrar un balance entre niveles macro y microeconómicos. Los cambios no deben afectar en materia de exportación, pero tampoco en temas de economía familiar.
Nicaragua Investiga
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