Hace unos días, se supo del hallazgo de documentos clasificados en una oficina que utilizó Joe Biden tras dejar su puesto como vicepresidente de EEUU en 2017. Más material clasificado fue también hallado en su residencia privada, en Wilmington, Delaware.
“Las reglas que están establecidas para el manejo de documentos clasificados son muy claras. Y esas reglas, claramente, prohíben que un presidente o vicepresidente se quede con documentos clasificados o cualquier material después de que termine su término”, explica César Grajales, analista político basado en Miami y director de Iniciativa LIBRE, de tendencia conservadora, en declaraciones a la Voz de América.
El caso recuerda a otro similar. En agosto de 2022, cuando agentes del FBI allanaron la residencia privada del expresidente Donald Trump e incautaron material clasificado.
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“Esto lleva a una comparación clara con la situación que tuvo el expresidente Trump en lo que fue el verano del año pasado. Yo creo que es bueno aclarar que hay unas diferencias notorias”, dijo por su parte, Marco Friera, analista demócrata consultado por la VOA.
Entonces, ¿cuáles son esas diferencias y similitudes entre ambos casos?
¿Cuántos documentos había?
Para empezar… ¿De cuántos documentos clasificados estamos hablando? En el caso de Biden, sus abogados personales descubrieron “una pequeña cantidad de documentos”, según informó la Casa Blanca. Estaban en un armario cerrado en el Centro Penn Biden para la Diplomacia y el Compromiso Global, en Washington. Ese lugar fue sede de la oficina de Biden hasta 2020, cuando empezó la campaña presidencial. También se encontraron 5 documentos clasificados más en su residencia privada en Delaware.
En Mar-a-Lago, la residencia privada de Donald Trump, agentes del Buró Federal de Investigaciones, el FBI, allanaron la propiedad y encontraron más de 300 documentos clasificados, algunos estaban catalogados de alto secreto.
¿Cómo fue la devolución?
Las primeras diferencias se encuentran en la forma en la que fueron devueltos los documentos clasificados.
“Y la diferencia está mucho más marcada en el nivel de colaboración. Como dije el presidente Biden y sus abogados los entregaron. En el caso de Trump, como todos lo vivimos hace 6-7 meses, se negaron a aceptar que tenían estos documentos, no los quisieron entregar. Básicamente los querían retener”, agrega Frieri.
Los abogados personales de Biden alertaron inmediatamente a la oficina del abogado de la Casa Blanca, que a su vez notificó a los Archivos Nacionales y Administración de Documentos.
“Los documentos que son de clasificación secreta se le mandan a los Archivos Nacionales, esos Archivos tienen la más alta protección y esos documentos se mantienen con un estricto control”, comenta Rafael Peñalver, un abogado constitucionalista que trabaja regularmente en Washington DC.
En el caso de Trump, en diciembre de 2021, los Archivos Nacionales recogieron 15 cajas con material clasificado. Pero tenían constancia de que faltaban más documentos. Por eso, en agosto de 2022, las autoridades policiales realizaron el allanamiento en su residencia de Florida. Se llevaron 11mil documentos y 33 cajas. Había, al menos, 360 documentos clasificados.
“Sean 100 documentos, como en el caso del presidente Trump, que aparentemente son muchos documentos clasificados, o sea uno solo, como han querido decir acerca del presidente Biden, la cantidad es irrelevante porque la regla es exactamente la misma: para un documento clasificado, o para 100 o para 1.000 documentos clasificados”, recuerda Grajales.
Un fiscal especial para Biden
Ahora, un fiscal especial se está haciendo cargo del caso de Biden. “Estoy aquí hoy para anunciar el nombramiento de Robert Hur como abogado especial en conformidad con las normas del Departamento de Justicia que rigen estos asuntos”, anunció el Fiscal General de EEUU, Merrick Garland, durante una comparecencia pública hace unos días, tras conocer el hallazgo del material.
Pero las consecuencias legales para un caso y otro también serían distintas. Desde el gobierno de Estados Unidos explican que no se tenía constancia de estos documentos y que se cooperaría con el Departamento de Justicia.
“Hemos cooperado desde el momento en que informamos a los archivos que se encontró una pequeña cantidad de documentos. Y seguiremos cooperando. Hemos cooperado estrechamente con el Departamento de Justicia a lo largo de su revisión y continuaremos esa cooperación con el Abogado Especial”, dijo Karine Jean-Pierre, Portavoz de la Casa Blanca, acerca de este asunto.
Las consecuencias legales
También recuerdan que los documentos fueron entregados el mismo día de su descubrimiento.
“Es más, yo te diría que Biden, hasta ahora, si todo lo que se nos ha dicho es exactamente cómo es, la forma en que nos ha respondido la Casa Blanca, en la forma en la que ha respondido el presidente Biden, es el ejemplo de cómo se debe responder cuando tú encuentras un documento que está en tu posesión accidentalmente”, argumenta Peñalver.
Pero, si después de todo, se encuentra que este caso se puede procesar judicialmente, el presidente quedaría inmune, según lo concluido por la Oficina de Asesoría legal del Departamento de Justicia.
En el caso del expresidente Donald Trump, dado que ya no está en el cargo, no gozaría de esta protección y sí podría tener consecuencias legales. “Si hay intencionalidad, hay criminalidad. Existe un estatuto que dice ‘el que haga esto, y saque documentos secretos de su lugar apropiado, eso es un delito’ y como todo ciudadano el presidente o el vicepresidente tendrían que ser encausados de acuerdo a eso”, defiende el abogado constitucionalista consultado por VOA.
Biden y Trump, reacciones diferentes
Las reacciones de Biden y Trump también han sido diferentes. El actual presidente estadounidense insiste en que se hizo lo correcto: seguir los protocolos. “Se dieron cuenta de que había varios documentos clasificados en esa caja. E hicieron lo que deberían haber hecho. Inmediatamente llamaron a los Archivos, inmediatamente llamaron a los Archivos, los entregaron a los Archivos”, ha insistido el presidente Joe Biden.
Trump dijo que desclasificó esos documentos, aunque no ha presentado pruebas. Considera que la acción policial en su casa únicamente tenía motivaciones políticas.
“Simplemente hay una caza de brujas sin razón, bueno, por razones políticas, digamos. Y ellos lo saben”, declaró en ese entonces.
Mientras tanto, las investigaciones siguen su curso y habrá que esperar la decisión judicial en ambos casos. Y qué implicaciones tendría, también en el ámbito político.
Nicaragua Investiga
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