Casi tres años después de las históricas manifestaciones del 11 de julio de 2021 en Cuba, Amnistía Internacional (AI) instó el lunes al gobierno de Miguel Díaz-Canel a liberar a las personas «injustamente detenidas» por esos hechos y a eliminar sus «leyes represivas».
AI «insta a Cuba a liberar de manera inmediata e incondicional a todas las personas detenidas únicamente por ejercer sus derechos a la libertad de expresión y de reunión pacífica», señaló la organización en un comunicado publicado en su página de internet.
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En particular, AI pidió al gobierno cubano que libere a «los presos de conciencia José Daniel Ferrer García, líder de oposición; los artistas Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel Osorbo, los sacerdotes yorubas Loreto Hernández García y Donaida Pérez Paseiro, y el profesor Pedro Albert».
De acuerdo con cifras oficiales, unos 500 cubanos fueron condenados hasta por 25 años por participar en las históricas manifestaciones del 11 y 12 de julio de 2021, en reclamo de más libertades y mejoras económicas, aunque organizaciones de derechos humanos y la embajada de Estados Unidos en la isla contabilizan hasta mil. Algunos de los condenados ya fueron liberados, después de cumplir sus penas.
AI también solicitó a las autoridades cubanas, que continúan «reprimiendo las protestas pacíficas», derogar los artículos del nuevo Código Penal, aprobado en mayo 2022, «que son contrarios a las normas y estándares internacionales de derechos humanos al criminalizar la disidencia y restringir indebidamente los derechos a la libertad de expresión y de reunión pacífica».
«En un contexto de crisis en materia de derechos humanos, y el aumento y diversidad de las formas de protesta», la organización también instó «a las autoridades cubanas a cesar de someter a activistas, personas defensoras de derechos humanos, artistas, intelectuales y periodistas a vigilancia y detenciones arbitrarias, incluyendo en sus viviendas».
Estados Unidos, la Unión Europea y la Iglesia católica también han reclamado insistentemente a Cuba la liberación de los presos.
El gobierno cubano niega la existencia de presos políticos en la isla y acusa a los opositores de ser «mercenarios» de Estados Unidos.