No habían pasado ni quince días desde que dos hermanos se llenaron las manos de sangre, cuando decidieron entregarse a las autoridades y confesar el crimen perpetrado contra una comerciante leonesa.
Hoy, permanecen tras las rejas y así pasarán el resto de sus días. Se trata de los hermanos Celso Terencio y Dicarson Rosalio, ambos de apellidos Vallejos Meza, quienes en noviembre pasado le quitaron la vida a la comerciante Aleyda Catalina Gómez Sandoval, de 55 años.
Imponen condena
Este martes el juez Julio González Balladares, del Juzgado Distrito Penal de Audiencias del departamento de León, los condenó cadena perpetua por el crimen, además de que les impuso una sentencia de 7 años de cárcel por el delito de robo agravado.
La comerciante fue asesinada de 33 puñaladas el 25 de noviembre de 2022, pero fue hasta tres días después que su cuerpo fue encontrado en la comarca Los Ángeles, a 5 kilómetros al sur de la ciudad de León.
Ambos hermanos, quienes trabajaban como taxistas, admitieron haber asesinado a la comerciante y robarle 12 mil córdobas.
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El taxi que le costó la muerte
El día del hecho sangriento, la señora Aleyda Catalina Gómez Sandoval abordó junto a su esposo, el cambista José Armando Rojas, de 68 años, el taxi en una calle de la ciudad de León.
El vehículo era conducido por Celso, pero en el camino se subió al vehículo como falso pasajero su hermano Dicarson, quien amenazó con un cuchillo a la pareja para robarles.
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Según datos que surgieron tras la investigación, primero se dio un forcejeo entre Dicarson y José Armando, pero éste logró abrir la puerta delantera y tirarse del taxi, sin embargo, su esposa no.
El acusado Celso continuó conduciendo, mientras Dicarson sujetó del brazo a la comerciante y la acuchilló 33 veces en distintas partes del cuerpo hasta matarla.
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