Depresión, un mal que aumenta y arranca vidas

Como una mujer alegre y cariñosa, así es descrita por sus amistades y familiares Ana, quien irradiaba felicidad “a flor de piel” por donde pasaba. Sus hermosos ojos verdes y abundante cabellera se robaban las miradas de quien la encontrara. Lo que nadie sabía, es que en su interior había un cúmulo de problemas con los que ella no podía lidiar.

En su cuenta de Facebook, siempre se le veía feliz, segura y propositiva con su futuro profesional, también compartía sobre sus viajes y salidas. La sorpresa para todos, fue enterarse de su muerte repentina, en su propia casa de habitación.
Tras su muerte y las investigaciones correspondientes, el dictamen médico legal concluyó que falleció por asfixia mecánica causada por sofocación suicida. Al igual que ella, Carlos, María, Fernando, Javier, Tatiana, Lucía, José y Mauricio dejaron luto y profundo dolor entre sus seres queridos, por su adelantada muerte, ya que no pudieron batallar contra sus problemas.

Todos los seres humanos somos vulnerables, vivimos en un mundo de “altas y bajas”, lidiamos día a día con los problemas que se nos presentan, algunos no pueden con ello y la depresión, muchas veces los lleva al camino de la muerte.

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¿Qué es la depresión?

El psicólogo nicaragüense Róger Martínez, explica que la depresión es una enfermedad, que a veces se suele confundir con un estado temporal de tristeza. “Eso no es correcto”, dice el especialista.

“La depresión es una enfermedad que interfiere con la vida diaria, con la capacidad para trabajar, dormir, estudiar, comer y disfrutar de la vida. La depresión es causada por una combinación de factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos”, explica.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que en todo el mundo el 5% de los adultos padecen depresión. La depresión es la principal causa mundial de discapacidad y contribuye de forma muy importante a la carga mundial general de morbilidad.

También apunta que la depresión afecta más a la mujer que al hombre y puede llevar al suicidio. Esta organización detalla que hay tratamientos eficaces para la depresión, ya sea leve, moderada o grave.

“La depresión es una enfermedad frecuente en todo el mundo, pues se estima que afecta a un 3,8% de la población, incluidos un 5% de los adultos y un 5,7% de los adultos de más de 60 años. A escala mundial, aproximadamente 280 millones de personas tienen depresión”, cita el sitio web.

Sobre el tratamiento para la depresión, Martínez recomienda hacer un tratamiento multidisciplinario entre psicofármacos y psicoterapia. “Con los psicofármacos se puede regular la química neurológica que permita a la persona poder tener mayores oportunidades de trabajar en psicoterapia el aspecto mental y emocional de la enfermedad”, recomienda.

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Principales señales

Entre las principales señales que se muestran en una persona que sufre este problema, Martínez menciona tristeza, que dura más de dos semanas y se manifiesta en cambios de conducta como pérdida de interés por el aseo personal, dormir mucho o poco, ansiedad, melancolía, ganas de llorar, desesperanza, culpa, ansiedad o irritabilidad, fatiga y falta de energía, problemas de atención, sentimientos de que la vida no vale la pena.

¿Qué provoca que las personas sufran depresión? Según Martínez, la depresión puede darse a consecuencia de factores genéticos, psicológicos y ambientales.

“Refiriéndonos a las ambientales, en la vida hay situaciones dolorosas, separaciones, pérdidas, adversidades, frustraciones, estrés, etc. que provoca que nuestro estado de ánimo se deprima y caigamos en una tristeza que puede permanecer largo tiempo o que no podemos librarnos de ella sin buscar ayuda, es ahí donde la tristeza empieza a convertirse en depresión, enferma a la persona y deja de cuidarse, deja de hacer lo que antes hacía y termina alejándose de todos”, dice el experto en salud.

Enfermedades que desencadena la depresión

La depresión es más frecuente en personas que sufren determinadas enfermedades, especialmente las cardiovasculares, las neurológicas y las psiquiátricas, dice Martínez. Según Martínez, una persona con depresión de acuerdo a los criterios diagnósticos suele tener sentimientos de tristeza, ganas de llorar, vacío o desesperanza.

“También arrebatos de enojo, irritabilidad o frustración, incluso por asuntos de poca importancia, pérdida de interés o placer por la mayoría de las actividades habituales o todas, como las relaciones sexuales, los pasatiempos o los deportes”, señala.

A esto se suma alteraciones del sueño, como insomnio o dormir demasiado, cansancio y falta de energía, por lo que incluso las tareas pequeñas requieren un esfuerzo mayor, falta de apetito y adelgazamiento, o más antojos de comida y aumento de peso, ansiedad, agitación o inquietud, lentitud para razonar, hablar y hacer movimientos corporales, sentimientos de inutilidad o culpa, fijación en fracasos del pasado o autoreproches.

Así mismo, dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas, pensamientos frecuentes o recurrentes sobre la muerte, pensamientos suicidas, intentos suicidas o suicidio, problemas físicos inexplicables, como dolor de espalda o de cabeza.

Consejos para combatir la depresión

De acuerdo a Martínez, lo primero es no llamar a la tristeza depresión, “no es lo mismo”. “La tristeza es una emoción, la depresión es una enfermedad, no la atraigás porque lo que tu mente escucha lo cree y lo crea sobre todo si es tu propia voz”.

“Hablá de cómo te sentís, buscá ayuda profesional, desbancá el mito de que ir al psicólogo es para locos y permítete recibir conocimiento de la enfermedad y herramientas para combatirla, no tomes decisiones vitales mientras te sientas así, no te encierres en vos mismo ni en tu cuarto. Haz deporte y come saludablemente, trata de dormir las horas requeridas para que tu cuerpo y cerebro se regenera todos los días, evita el consumo de sustancias que puedan ser perjudiciales para tu cuerpo”, recomienda el especialista.