Julio César Avilés, Jefe del Ejército de Nicaragua asumió su tercer mandato este 21 de febrero en un acto en el que se ondearon banderas de Nicaragua y del Frente Sandinista. El alto mando militar agradeció a Daniel Ortega y Rosario Murillo por «confiar» en él para este cargo.
«Soy un soldado del pueblo, comprometido en la construcción de la Nicaragua libre, digna, justa y próspera que todos merecemos», expresó Avilés.
Avilés dijo que la institución que dirige se apega fielmente a lo establecido por la Constitución Política de Nicaragua, a pesar de señalamientos de diversos sectores que lo señalan de haberse parcializado a favor del FSLN, durante el discurso de 40 aniversario el año pasado donde acusó sin pruebas a varios organismos de intentar perpetrar un golpe de Estado contra Daniel Ortega.
«Somos una institución nacional, de carácter profesional, apartidista, apolítica, obediente y no deliberante, establece que el Ejército de Nicaragua se regirá en estricto apego a la Constitución Política», dijo Avilés.
El mando militar también aseguró que la institución está sometida «a la autoridad civil que será ejercida directamente por el Presidente de la República en su carácter de Jefe Supremo del Ejército de Nicaragua», dejando claro que su fidelidad responde al líder sandinista.
«Seguiremos altamente cohesionados, leales y sin dobleces, defendiendo los principios de independencia, soberanía y autodeterminación nacional, derechos irrenuniables de nuestro pueblo y fundamento de la nación nicaragüense», manifestó en lo que repite un discurso ya trillado por Rosario Murillo.
«Todos pertenecemos a esta gran casa, Nicaragua, todos somos hermanos, por lo tanto debemos sabernos tolerar, abandonar el odio que solo daño trae, y comprender que lo mejor es convivir en armonía y paz», pidió Avilés, obviando que la Vicepresidenta, Rosario Murillo, a quien minutos antes acababa de agradecer por su nombramiento, se ensaña a diario contra quienes le adversan, en sus airados discursos de cada medio día por sus canales de televisión.
Ortega pide «invertir»
Daniel Ortega por su parte emitió un discurso en el que revive sus intervenciones pasadas en cada actividad del ejército, recordando los orígenes «revolucionarios» de la institución y asegurando que el ejército está llamado a defender la paz y la soberanía.
También pidió a Estados Unidos cambiar su política migratoria contra aquellos centroamericanos que huyen de la «inseguridad por el narcotráfico» refugiándose en ese país.
«En el nombre de Dios cambien su política, por una política de paz, no criminalicen a nuestro pueblo», dijo Ortega, sin mencionar que más de 80 mil nicaragüenses salieron del país tras la represión estatal de abril de 2018.
«Inviertan porque a final de cuentas en estos países donde está la ruta del narcotráfico, del crimen organizado, aquí deberían invertir, no es que van a ayudar porque aquí les estamos ayudando a ellos a que no lleguen más droga a sus países» , dijo Ortega.
La advertencia de Murillo
Como es costumbre al final de la actividad los medios oficialistas colocaron sus micrófonos al unísono a Rosario Murillo, quien aseguró que el Ejército actual es una «continuidad del Ejército de la Soberanía Nacional de Sandino» y que alterar la paz nuevamente «es tocar a Dios con las manos sucias», en lo que parece ser una advertencia a la oposición, que ha hechos llamados a movilizaciones para este 25 de febrero.
Murillo consideró como «un milagro», lo que llamó «la recuperación de la paz», que no es más que la retoma del control por la vía de la represión policial y paramilitar y aseguró que «pueden estar seguros», que «no vamos a permitir que se altere la paz en ninguna forma»
Foto principal: Trinchera de la Noticia
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