Dos mineros fallecidos y un lesionado fue el resultado de una explosión en una mina artesanal ubicada en El Rama, Caribe Sur nicaragüense.
La tragedia ocurrió el miércoles 6 de diciembre en la mina Kisilala, a unos 32 kilómetros del casco urbano del municipio, cuando una planta de generación eléctrica se recalentó y explotó, provocando gases en el conducto dentro del túnel donde se encontraban los mineros, según reportes locales.
Una de las personas fallecidas fue identificada como Ipio Climax, de 41 años, originario del barrio Víctor Ramón del municipio de Bonanza. De acuerdo a medios oficialistas, deja en la orfandad a un niño de seis años.
El «güirisero» perdió la vida junto a otro hombre identificado solo con el nombre de Lorenzo, de etnia mestiza y también de Bonanza.
El minero Oria Kebra, de 22 años, resultó con fracturas en su hombro derecho, cadera y una de sus rodillas. El joven fue trasladado al Hospital Primario Carlos Roberto Huembes en La Esperanza, jurisdicción del municipio de El Rama.
Las autoridades competentes se encuentran realizando las investigaciones sobre el caso.
En junio de 2022 también se registró una tragedia en la misma mina cuando dos mineros fallecieron asfixiados por la baja concentración de oxígeno.
En los últimos tres años, 55 personas han muerto por esta actividad, según el registro de la organización ambientalista Fundación del Río. Muchas de las víctimas son campesinos conocidos como «güiriseros», en un contexto de explotación minera.
«Esta actividad extractiva ilegal genera graves impactos socio ambientales. No existen medidas de seguridad ni condiciones laborales; las áreas de extracción son inestables e inseguras; existe trabajo infantil y problemas de salud asociados al manejo de mercurio; además genera deforestación y degradación de los ecosistemas naturales», denunció recientemente el defensor Amaru Ruiz.