En las últimas semanas el régimen Ortega-Murillo ha cerrado varios consulados en países como Estados Unidos, México, Guatemala, Alemania y Reino Unido, donde existe un buen número de nicaragüenses que requieren de servicios consulares.

La contracara de ello ha sido la apertura de embajadas en países africanos como Burkina Faso y Zimbabue, y en el fortalecimiento de otras sedes diplomáticas en ese continente, donde la representación de nicas es casi inexistente.

El cierre de estos consulados y la apertura de embajadas en países africanos, demuestra el poco interés del régimen por los nicaragüenses, y más bien refleja su sed de “sobrevivencia en el poder”, sostienen opositores consultados.

“Una vez más el régimen da muestras de que no está interesado en proteger a todos los nicaragüenses que expulsa del país porque el régimen utiliza la estrategia de la expulsión, destierro, desplazamiento forzoso, siendo un crimen de lesa humanidad para lucrarse con las remesas y también para usarlo como presión política ante los países que recriminan su actuar violatorio a los derechos humanos”, explica la opositora Haydee Castillo.

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Ortega quiere mayor control

Para el economista y también opositor al régimen, Juan Sebastián Chamorro, la reducción de los consulados en Estados Unidos, Guatemala y otros países, obedece “al interés de tener un mayor control” sobre el personal consular y las operaciones de los consulados en lugares donde hay muchos nicaragüenses, esto con la idea de “centralizar más la información”.

“Los servicios consulares son bastante rentables, ellos cobran por todo, lo que están haciendo ahora es reduciendo los costos, al no pagar oficinas y personal en los que probablemente no confían”, alega Chamorro.

Tanto Chamorro como Castillo, coinciden en que los perjudicados son los miles de migrantes nicaragüenses que se encuentran en distintos países del mundo y que requieren de los servicios consulares, mientras el gran ganador resulta ser el régimen Ortega-Murillo.

“Es el asilado, el exiliado, el miembro de la diáspora nicaragüense el que va a pagar los platos rotos… Esto no beneficia a ningún nicaragüense, más bien es una forma de escarnio a los que han tenido que abandonar el país por una u otra razón”, sostiene Chamorro.

Ortega cuida intereses de su familia y allegados

Por su parte, Castillo explica que el único interés de Ortega es “la sobrevivencia en el poder” tanto de su familia como la de “los partidos zancudos que le hace el séquito en la Asamblea Nacional, del gran capital y los poderes fácticos de los que el régimen se cobija para seguirse manteniendo en el poder”.

“Este es el momento de decir a la comunidad internacional que aquí tiene una muestra más que mientras (el régimen) desmantela la presencia consular y diplomática en estos países, la fortalece en Corea del Norte, en Rusia, China y en algunos países que nosotros no entendemos qué hace Nicaragua ahí porque a lo mejor no hay ningún beneficio que el pueblo nicaragüense obtenga de esa presencia política”, destaca la opositora.

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Según Haydee Castillo, desde 2018 las embajadas y consulados han dejado progresivamente de cumplir su papel de protectores de los nicaragüenses en el exterior.

“Tuvimos casos concretos del crimen organizado que ha secuestrado nicaragüenses en México, casos que requeríamos del consulado en Houston, casos donde se requería el apoyo de los consulados en Alemania y España, y nunca hemos visto una labor de protección en el marco del derecho internacional de parte de los consulados y las embajadas, que yo no diría que son de Nicaragua porque prácticamente están al servicio de la dictadura”, denunció la también defensora de derechos humanos.

Hay que recordar también que Nicaragua se ha convertido últimamente en un importante trampolín del tráfico de migrantes haitianos, cubanos, asiáticos y africanos hacia Estados Unidos, según han denunciado diferentes organizaciones.