Este sábado 9 de marzo iniciaron las clases en el turno sabatino en la Universidad Nacional Casimiro Sotelo, creada por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en las instalaciones robadas a la Universidad Centroamericana (UCA). La mayoría de los estudiantes son trabajadores del Estado.
Los medios oficiales informaron que hubo una participación de al menos 2,136 estudiantes, entre los cuales 1,200 son mujeres trabajadoras del Estado. En la modalidad dominical, cuenta con una matrícula de 1,243 estudiantes.
Es decir, al menos 3,379 personas estudian los fines de semana en la Casimiro Sotelo.
Ante el rechazo y la indiferencia de los universitarios por el asalto a la UCA, la dictadura Ortega-Murillo pretendió ensanchar su número de estudiantes al matricular para clases en fines de semana a trabajadores del Estado, para que se viera una buena participación.
El rector sandinista de la universidad, Alejandro Genet, comentó a los medios oficiales que supuestamente han superado las expectativas de matrícula y han observado la “alegría y entusiasmo de los estudiantes”.
Genet indicó que todos los grupos de clases de las distintas carreras están realizando un recorrido para familiarizarse con las instalaciones de la nueva universidad.
Los problemas
Desde agosto del año pasado, cuando se confiscó la UCA, la dictadura había tenido serios problemas para iniciar clases debido a que los ex alumnos de la UCA no quisieron continuar sus estudios por el adoctrinamiento político.
Después del robo de la UCA, el nuevo personal que instaló la dictadura en la Casimiro Sotelo, no pudo retomar las clases tan fácilmente.
Comienzan las clases y el adoctrinamiento político en la Casimiro Sotelo
Se dijo que se comenzaría las clases el 28 de agosto de 2023, pero luego pospusieron el inicio para el 25 de septiembre, alegando que se encontraban en una “revisión exhaustiva” de expedientes académicos para “identificar a los estudiantes que provienen de escasos recursos económicos”.
Pudo iniciar clases hasta este 15 de enero de 2024. Lo primero que recibieron los estudiantes fue una charla sobre Casimiro Sotelo, el guerrillero sandinista que le da el nombre a esa casa de estudios.