Aunque el régimen de Daniel Ortega había pedido «confianza» a la población nicaragüense al momento de brindar información a los empadronadores que realizan el Censo Nacional de Población y Vivienda, la realidad ha sido que estos sí se han encontrado con la suspicacias de la ciudadanía.
En una entrevista con el oficialista Canal 4, representantes del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide) quisieron maquillar lo que está pasando en el terreno, sin embargo, sus mismas palabras dejaron en evidencia que el régimen de Daniel Ortega no goza de la confianza de la ciudadanía.
«En la realidad de las cosas del levantamiento de información, la población se da cuenta de que las preguntas que nosotros realizamos no son comprometedoras, son preguntas básicas de población, de vivienda, que se llenan de manera rápida», dijo Luis Ramírez, responsable de la Dirección de la tecnología y de la información.
Sin embargo, Carlos Martínez, responsable de la Oficina de acceso a la información pública, fue más abierto, admitiendo que han tenido que regresar a las viviendas para poder recoger la información del censo.
«La gente ha colaborado mucho en todos los municipios, nos hemos encontrado ciertas dificultades de acuerdo al abordaje de la información; sin embargo, al regresar nuevamente han entregado la información que se ha solicitado, y desde esa perspectiva creo que el Inide ha avanzado bien, los empadronadores han avanzado bien en su trabajo, y creo que nos sentimos muy contentos con los trabajos que venimos realizando», subrayó Martínez.
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Otra de las dificultades que, de acuerdo a Ramírez, están encontrando es en relación a las horas en que llegan los empadronadores a las viviendas.
«Dificultades en el censo, las tenemos verdad, a como todo proyecto, dificultades en el punto de vista que no encontrás a la persona, tenés que volver a un horario después de las 5:00 o 6:00 de la tarde, a buscar a la persona idónea para dar la información, es una de las dificultades, otra, casas desocupadas, entonces eso es parte del proceso de todo un censo, desde el punto de vista de la receptividad de la información y de las dificultades que podemos encontrar», manifestó el funcionario.
Los CPC
Hay que señalar que el Censo está siendo ejecutado por casi 8,000 personas y en este colaboran diferentes instituciones del Estado y las alcaldías controladas por el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Una de las críticas que se ha hecho al Censo es el marcado carácter partidario del proceso, ya que se está contando también con el «apoyo» de los temerosos Consejos del Poder Ciudadano (CPC), que no son más que dirigentes locales FSLN, acusados en reiteradas ocasiones de espiar y denunciar a disidentes y opositores al régimen.
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«Los líderes (de barrios y comunidades) han colaborado bastante, hay que decir que en este proyecto no solo está el líder, sino que están otras instituciones del gobierno», admitió Carlos Martínez.
El Censo Nacional finalizará en junio y cuando inició el 30 de abril, los funcionarios lo iniciaron enarbolando banderas del FSLN, pese al caracter apartidario que se supone debería tener un proceso de esta naturaleza.