Desde que se dio a conocer oficialmente el primer caso de contagio de COVID-19 en el país, Daniel Ortega no ha hecho una comparecencia pública, a como los demás mandatarios de Latinoamérica, a fin de tomar la responsabilidad de enfrentar la emergencia sanitaria, la cual tampoco ha sido declarada a pesar del peligro inminente de un brote masivo.
A la falta de liderazgo de Ortega, se suma una estrategia cuestionable sobre el manejo de la pandemia, considerada por muchos como «negligente e irresponsable». Mantener las fronteras abiertas y convocar a eventos masivos, son las medidas más criticadas, porque contravienen las disposiciones de organizaciones como la OMS y la OPS.
El abogado y opositor José Pallais, consideró que Ortega no ha estado presente con la población en un momento de alarma mundial, y eso ha generado mucha incertidumbre, porque los ciudadanos no saben la situación real de la pandemia en el país.
“A un gobernante responsable le corresponde estar con su pueblo, pero Ortega lo que ha demostrado es irresponsabilidad, al no tener ninguna iniciativa para enfrentar la pandemia, totalmente ausente, ensimismado, cuando la circunstancia están desbordadas en toda la vida social, lo que denota que se encuentra discapacitado para gobernar”, denunció Pallais.
Candidatos a destitución
Martha Patricia Molina, experta en Estado de Derecho y corrupción, considera que el manejo de la crisis de salud es tan desastroso, que tanto el Presidente como su vicepresidenta son potenciales candidatos a una destitución, si los poderes del Estado fueran realmente independientes.
“Si esa Asamblea Nacional fuese democrática ya hubiese destituido inmediatamente, no solamente a Ortega sino a también a Rosario Murillo por que no tienen capacidad mental para gobernar Nicaragua”, asegura.
De acuerdo a Molina, el articulo 149 de la Constitución expresa que ante una incapacidad, un gobernante debe ser destituido y elegir a otra persona para que gobierne el país.
“El artículo 149 de la Constitución dice que son faltas definitivas del presidente y vicepresidente de la República la incapacidad total permanente declaradas por la Asamblea Nacional, aprobadas por los dos tercios de los diputados. Por tanto, Ortega y Murillo son candidatos a que sean declarados de inmediato personas incapaces”, señala la experta.
José Pallais, coincide con Molina y expresa que no solo Ortega, sino los demás poderes e instituciones del Estado se han apegado a la política de secretismo e incapacidad de hacer frente a la epidemia.
“Todos los poderes están anulados y sometidos a una sola persona, Daniel Ortega, quien no tiene ni voluntad ni capacidad para liderar al pueblo de Nicaragua en medio de una catástrofe mundial como la pandemia del coronavirus”, explicó Pallais.
Foto principal:
You must be logged in to post a comment Login