Fundación del Río publicó un informe sobre el presupuesto ambiental en Nicaragua y salen a luz datos impresionantes. Por ejemplo, el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales, MARENA, institución pública encargada de diseñar estrategias de protección y conservación forestal y ambiental, apenas recibió en 2024 el 0.17% del Presupuesto General de la República.
A pesar de eso, este ministerio aumentó su planilla de trabajadores del 26% al 60% en los últimos cinco años y los programas de protección solo han recibido el 4% de la inversión de la institución.
Crítico si se consideran otras cifras, como por ejemplo, las ofrecidas por otro informe de Fundación del Río, que señala que Nicaragua solo tiene un 24% de cobertura forestal, y que a ese ritmo de deforestación -uno de los más rápidos de Latinoamérica- en 20 años el país habrá perdido todos sus bosques. O un informe de ECODES, que señala que a pesar de poseer una gran cantidad de recursos hídricos, estos se están perdiendo por contaminación y sequía, al punto que el 31% de la población rural no tiene acceso a agua potable.
«Entre 2018 y 2024, el presupuesto asignado a MARENA ha disminuido en un 55%, pasando de 492 millones de córdobas en 2018 a 222 millones en 2024, según cifras oficiales», indica el documento del informe.
Fundación del Río destaca que la reducción presupuestaria del régimen a este ministerio, «refleja una falta de voluntad política para abordar los problemas ambientales que enfrenta el país».
Esta organización logró hacer un monitoreo exhaustivo de los montos asignados al MARENA en los últimos años y determinó que a pesar que el Presupuesto General de la República aumentó un 40 % entre 2021 y 2024 , lo destinado a ese ministerio por el contrario se ha venido reduciendo significativamente y pasó de representar el 0.57% del PGR en 2018 a solo el 0.17% actualmente.
Fondos verdes no se ven
A pesar de que el presupuesto del MARENA es raquítico, sí logra acceder a varios fondos verdes, siendo particularmente Nicaragua el país que más accede a este dinero por la vía de donaciones, con un 66%. El resto de países de la región centroamericana accede mayoritariamente a estos fondos -76%- por la vía de préstamos.
Nicaragua ha obtenido desde 2018 unos 31 proyectos de financiamiento verde, de los cuales 27 son exclusivamente para inversión en el país y otros 4 son de carácter regional. De los 27 destinados a Nicaragua se desglosan unos $384.8 millones y $197 millones de los otros proyectos.
El Banco Mundial es el mayor financiador de Nicaragua para temas ambientales, así como el Programa Mundial de Alimentos y el Banco Interamericano de Desarrollo BID.
El informe destaca que a pesar de esa enorme inyección de recursos, «este financiamiento ha generado pocos avances en los indicadores ambientales del país. El Índice de Desempeño Ambiental (EPI) muestra que en el indicador de la Vitalidad de los bosques del país se ha reducido 11.4 puntos porcentuales de clasificación en los últimos 10 años, debido a la pérdida de bosque primario y pérdida del paisaje forestal».
Además, «el indicador de las Emisiones de Gases de Efecto Invernadero, elaborado por Climate Watch muestra un aumento de la emisión de 38.94 toneladas métricas hasta 2021», y destacan que las principales zonas de ejecución de estos proyectos- el caribe del país- , «es donde ocurre las mayores violaciones de los derechos humanos y territoriales de las comunidades indígenas y afrodescendientes».
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