Todo un escándalo vive Honduras desde hace más de una semana. Primero, cuando Carlos Zelaya, cuñado de la presidenta Xiomara Castro reconoció en una rueda de prensa que en el año 2013 se reunió con un grupo de peligrosos narcotraficantes, y luego, cuando esto fue confirmado este miércoles con un video publicado por InSight Crime en el que se revela lo que no declaró el funcionario: un soborno de medio millón de dólares conseguido ese año de los criminales para financiar la campaña electoral del Partido Libre.

Días atrás, Carlos Zelaya renunció a su cargo como Secretario del Parlamento para enfrentar un proceso judicial por supuestos vínculos con el narcotráfico y después renunció su hijo, el Ministro de Defensa José Manuel Zelaya.

Las acusaciones de narcotráfico contra la familia Zelaya no son nuevas ni escasas. Varios criminales relacionados a esta actividad delictiva y ya condenados han mencionado el nombre del expresidente de ese país Manuel Zelaya, como al menos un receptor de sobornos millonarios. Pero solo hasta hoy las acusaciones tienen pruebas firmes.

FSLN: ¿Un narcopartido?

No cuestiona a narcotraficantes

A pesar de esto Daniel Ortega, el dictador de Nicaragua, ha ofrecido su apoyo público a Xiomara Castro, alegando que Estados Unidos trata de cometer un golpe de Estado contra ella.

«Somos solidarios con el gobierno de Xiomara y ahí se ve claramente que quieren destruir a ese gobierno», dijo durante el acto de celebración del 45 aniversario del Ejército de Nicaragua este 3 de septiembre.

Ortega además justificó el narcotráfico en lugar de cuestionar este crimen, acusando a Estados Unidos de ser el principal consumidor del mundo, y con eso, según él, propiciar el negocio.

«Si no hubiera mercado, sencillamente los que producen droga dejarían de producirla, y mientras tanto ¿Qué hace Estados Unidos para controlar el uso de la droga, el consumo de la droga donde vemos tantos crímenes todos los días?», expresó.

«La producción de la droga se da porque hay un mercado en los Estados Unidos», manifestó el dictador.

Ortega recordó que en el año 2009 Manuel Zelaya fue víctima de un golpe de Estado y que tuvo que exiliarse un tiempo en Nicaragua «para buscar cómo retornar».

«Ahora se está lanzando con toda la furia a buscar como destruir, destruir la estabilidad, el progreso, el bienestar que ha logrado llevar el Gobierno de la Presidenta Xiomara Castro al pueblo de Honduras», dijo.

Ortega y las muchas acusaciones de narcos

Durante su primera dictadura en los años 80, el régimen de Daniel Ortega se vio relacionado al narcotráfico. El primer gran escándalo se generó por varias fotografías tomadas por el piloto e informante de la DEA Barry Seal, en las que se ve al asistente de confianza de Tomás Borge, Federico Vaughan, ayudando a Pablo Escobar y sus hombres a cargar droga a un avión.

Más tarde en libros independientes, el jefe de escoltas de Escobar, Jonh Jairo Velázquez, el socio principal del capo, Carlos Lehder y hasta el mismo hijo de Pablo Escobar, Pablo Escobar Henao confesaron estos vínculos, en los que el FSLN ofrecía asilo y protección a los narcotraficantes más buscados del mundo a cambio de jugosas recompensas económicas.

Pero no solo eso, según estos informantes, el sandinismo también participó activamente en las actividades delictivas abriendo rutas para el trasiego de drogas desde Colombia hasta Estados Unidos.