La representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, anunció este 10 de diciembre de 2024 el inicio de una investigación sobre las múltiples violaciones de derechos humanos y laborales que comete el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
«A Estados Unidos le preocupa que Nicaragua esté llevando a cabo ataques represivos y persistentes contra los derechos laborales, los derechos humanos y el estado de derecho», indica el comunicado publicado en el sitio web de la Oficina de Representación Comercial de Estados Unidos.
La medida busca examinar las violaciones a los derechos laborales, los derechos humanos y el desmantelamiento del estado de derecho en Nicaragua, lo que podría tener implicaciones directas en el comercio bilateral.
Según Tai, la investigación bajo la sección 301 de la Ley de Comercio de 1974, refleja el compromiso de la administración Biden-Harris con un comercio justo que respete los derechos de los trabajadores, condenando las prácticas represivas que han convertido al país centroamericano en un foco de violaciones sistemáticas.
«Desafortunadamente, numerosos informes sugieren que el Gobierno de Nicaragua está participando en actos represivos que perjudican a los trabajadores y al pueblo de Nicaragua, socavan la competencia justa y desestabilizan nuestra región. El USTR investigará a fondo las presuntas violaciones de los derechos laborales y los derechos humanos, y el desmantelamiento del estado de derecho», indicó la funcionaria estadounidense.
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El anuncio coincide con el Día Internacional de los Derechos Humanos, un marco simbólico que refuerza la gravedad de los señalamientos contra el régimen Ortega-Murillo. Entre las acusaciones se incluyen detenciones arbitrarias, represión de grupos religiosos, violaciones a la libertad de expresión y asociación, ejecuciones extrajudiciales, y la supresión de derechos laborales básicos como la negociación colectiva.
La investigación del país norteamericano, que además contempla una consulta pública y una audiencia formal, podría derivar en nuevas sanciones comerciales o en restricciones económicas contra Nicaragua como la afectación del acuerdo comerciale DR-Cafta que mantienen ambos países.
Para las voces críticas, este movimiento representa un golpe significativo en la presión diplomática hacia el régimen. Sin embargo, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, hasta ahora indiferente ante las críticas internacionales, sigue sin dar señales de rectificar su rumbo autoritario, lo que alimenta las expectativas de un aislamiento comercial y político aún mayor.