El caso del presunto rapto de una bebé de cuatro meses en el Hospital Infantil Manuel de Jesús Rivera «La Mascota» dio un giro totalmente inesperado.
Ahora, las autoridades del régimen Ortega-Murillo presentaron formal acusación en contra de la joven madre, identificada como Lidia Franchesca Bucardo Ventura, de 17 años de edad, a quien acusan de haber inventado el robo de su propia hija con fines supuestamente económicos y emocionales.
De acuerdo con la acusación interpuesta en el Juzgado Primero Distrito de lo Penal de Adolescente y Violencia de Managua, la joven habría incurrido en «violencia en perjuicio de su hija».
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Esta medida legal se da, luego que el pasado 17 de diciembre de 2024, Franchesca denunció públicamente haber sido víctima de un elaborado plan en el que una supuesta enfermera la hizo consumir dos pastillas, dejándola dormida mientras la mujer se llevaba a su bebé en brazos.
Sin embargo, la vicedictadora Rosario Murillo en su alocución del 19 de diciembre de 2024, afirmó que las investigaciones policiales apuntaban a que el rapto se trataba de un supuesto “fraude emocional”.
Murillo informó que la madre fingió el secuestro para retener al padre de la niña y “asegurar recursos materiales” por medio de la falsificación de embarazo y alumbramiento.
La vicedictadora calificó el caso como un intento de “consolidar una relación de pareja que no prosperaba” y afirmó que el Ministerio de la Familia mantiene actualmente a la niña bajo su resguardo.
Engaño con fines sentimentales y económicos
Según la narrativa oficial, Franchesca habría contactado, o contado con la complicidad de otra persona para escenificar el rapto y así ejercer presión sobre el padre de la menor, buscando su apoyo emocional y financiero.
Pese a que hasta ahora no se han presentado pruebas claras que respalden esta versión, el régimen insiste en que la joven madre orquestó todo el incidente en el parqueo del hospital “La Mascota”.
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La madre, de apenas 17 años, se enfrenta a un proceso legal impulsado por un régimen que ha sido señalado en repetidas ocasiones por violaciones al debido proceso y por manipular la información en casos mediáticos.
Hasta la fecha, no existe confirmación independiente de los hechos, ni se han mostrado grabaciones de seguridad del hospital que pudieran desmentir o confirmar el presunto rapto.
De momento, la única certeza es que la pequeña permanece alejada de su familia y que la joven madre se encuentra detenida bajo la sombra de una acusación por “violencia” y “fraude emocional”.
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