En su primer día de mandato, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un conjunto de órdenes ejecutivas que afectan a miles de nicaragüenses perseguidos políticos, que estaban esperanzados en mudarse a ese país a través del parole humanitario y los programas de reasentamientos para refugiados.
La puesta en marcha de estas órdenes ejecutivas complica el panorama migratorio de miles de nicaragüenses, no solo en Costa Rica, sino también en otros países de la región como Guatemala donde se encuentra un grupo de exreos políticos que fueron desterrados por el régimen, quienes consideraban a Estados Unidos como un destino seguro para refugiarse del asedio y la represión de la dictadura sandinista.
Sin embargo, la nueva administración Trump decidió suspender de forma inmediata ambos mecanismos, incrementando la incertidumbre y el desamparo de quienes escapan del régimen autoritario de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Entre las medidas más impactantes firmadas en la orden ejecutiva titulada “Asegurar nuestras fronteras”, Trump instruyó al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) a “poner fin a todos los programas de libertad condicional categóricos que sean contrarios a las políticas de los Estados Unidos establecidas en mis Órdenes Ejecutivas, incluido el programa conocido como los procesos para cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos”.
Con esta decisión, el parole humanitario, que había permitido la entrada a Estados Unidos de 531,690 inmigrantes de dichas nacionalidades —incluyendo cerca de 100 mil nicaragüenses— queda anulado.
Se cumple así la promesa que Donald Trump hizo durante su campaña, de eliminar cualquier beneficio migratorio que, en su criterio, abra las puertas a la inmigración indocumentada.
El parole humanitario fue establecido para venezolanos por la administración Biden en octubre de 2022 y ampliado a Cuba, Haití y Nicaragua en enero de 2023, permitiendo hasta dos años de estancia legal, acompañados de un permiso de trabajo. Ahora, el DHS se encargará de restringir al máximo las políticas de libertad condicional.
“El Secretario de Seguridad Nacional deberá tomar todas las medidas oportunas para ajustar las políticas de parole de conformidad con la legislación aplicable”, reza la orden ejecutiva firmada por Trump.
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Para quienes se beneficiaron del parole y se encuentran en territorio estadounidense, la orden ejecutiva establece que no habrá extensión de los beneficios migratorios, por lo que deberán buscar otras alternativas de protección (como asilo o el Estatus de Protección Temporal, TPS) o abandonar el país.
La incertidumbre para los nicaragüenses en Costa Rica
Uno de los mayores impactos recae sobre quienes huyen de la persecución del régimen sandinista y han buscado refugio en Costa Rica, con la esperanza de una futura reubicación en Estados Unidos bajo el programa de Movilidad Segura, que forma parte de los procesos de admisión de refugiados (USRAP).
El USRAP, impulsado originalmente por la administración Biden, está diseñado para personas con necesidades de protección humanitaria que han abandonado su país por motivos de persecución.
Sin embargo, la nueva orden ejecutiva firmada por Trump suspende este programa por 90 días, lo cual pone en vilo a miles de nicaragüenses que ya estaban en proceso de solicitud.
La situación se agrava para exiliados políticos que se encuentran en Costa Rica, donde las organizaciones internacionales como ACNUR y la OIM han venido coordinando la recepción y tramitación de casos para su eventual reasentamiento en Estados Unidos o en otros países.
Este grupo incluye a defensores de derechos humanos, periodistas independientes y excarcelados políticos del régimen de Ortega. Para muchos de ellos, la acogida en EE. UU. a través de este programa era su principal salida a una vida segura.
En la nueva orden ejecutiva titulada “Realineando el Programa de Admisión de Refugiados de los Estados Unidos”, Trump establece de forma explícita:
“Por la presente proclamo, de conformidad con las secciones 212(f) y 215(a) de la INA, 8 U.S.C. 1182(f) y 1185(a), que la entrada a los Estados Unidos de refugiados bajo el USRAP sería perjudicial para los intereses de los Estados Unidos. Por lo tanto, ordeno que se suspenda la entrada a los Estados Unidos de refugiados bajo el USRAP (…) hasta que se haga un fallo de acuerdo con la sección 4 de esta orden”, indica el artículo 3 de la orden ejecutiva.
El mismo artículo establece que el Secretario de Estado y el Secretario de Seguridad Nacional pueden determinar conjuntamente admitir extranjeros a los Estados Unidos como refugiados caso por caso, a su discreción, pero solo en la medida en que determinen que la entrada de dichos extranjeros no representa una amenaza para la seguridad o el bienestar de los Estados Unidos.
La suspensión del USRAP entra en vigor a partir del 27 de enero de 2025 y será reevaluada cada 90 días, hasta que el presidente decida si se reanudará.
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Suspensión inmediata de CBP One y refuerzo fronterizo
Trump también ordenó “cancelar la aplicación CBP One como método para conceder libertad condicional (parole) o facilitar la entrada en Estados Unidos a extranjeros que de otro modo serían inadmisibles”.
Con esta disposición, finaliza el sistema de citas que cientos de personas utilizaban en la frontera sur para solicitar asilo. A mediodía del lunes 20 de enero de 2025, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) confirmó la cancelación de esa herramienta, pero no detalló qué ocurrirá con quienes ya tenían una autorización de viaje aprobada por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS).