La co dictadora de Nicaragua, Rosario Murillo anunció que al finalizar la jornada laboral del viernes 11 de abril y hasta el martes de pascua, 22, los trabajadores del Estado estarán de vacaciones por Semana Santa.
Murillo también dijo que están preparando planes y actividades de verano «que garantizan que todos los aspectos festivos, turísticos, de comunión de gastronomía estarán cubiertos para que las familias en todo nuestro país y nuestros visitantes disfruten de esta semana mayor».
La codictadora dijo que estas festividades se desarrollarán en un ambiente de «paz», a pesar que antes amenazó con que abril sería el mes «más crudo» en alusión a las conmemoraciones de la masacre de abril que dejó más de 380 víctimas mortales, cientos de heridos, y miles de miles de desterrados y exiliados.
Según Murillo harán festivales gastronómicos y artísticos, así como actividades deportivas.
Iglesia de manos atadas
Esta Semana Santa se llevará a cabo en Nicaragua con una iglesia completamente de manos atadas tras años de ataques sistemáticos que incluye el encarcelamiento y destierro de sacerdotes, así como la prohibición de homilías que cuestionen a la dictadura o sus prácticas contra la población y también la prohibición de procesiones y otro tipo de actividades religiosas fuera de los templos a como solía hacerse antes del recrudecimiento de la represión.
Ortega ha expulsado también a varias órdenes religiosas del país, incluyendo cientos de monjas que atendían asilos de ancianos y otros centros de atención social que dejan un vacío enorme en poblaciones vulnerables.
Por todas esas razones la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional recomendó a Estados Unidos este 28e marzo volver a incluir a Nicaragua en la lista de países de particular preocupación en la que se ubican a los peores violadores de las libertades religiosas en todo el mundo, por su papel de persecución constante contra la iglesia católica.
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