La dictadura persiste en su intento de eliminar todo rastro del pensamiento de la Universidad Centroamericana (UCA), ahora llamada como Universidad Nacional Casimiro Sotelo, para homenajear al difunto líder autoritario Hugo Chávez Frías, en conmemoración del 71 aniversario de su natalicio.

El 28 de julio de 2025, la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN), identificada como el brazo opresor del régimen dentro de las universidades, participó junto a funcionarios sandinistas en la inauguración de nuevos complejos de laboratorios ubicados en el pabellón Q y P.

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La dictadura Ortega-Murillo ordenó que el laboratorio de Microbiología, situado en el edificio Q con cuatro áreas, y el de Computadoras, en el pabellón P, que dispone de diez salas, cada una con capacidad para 32 computadoras, lleve el nombre de Hugo Chávez.

“La reinauguración del complejo es un hito que fortalece nuestras capacidades institucionales y reafirma el compromiso de la Universidad Nacional Casimiro Sotelo Montenegro con la excelencia académica, científica y tecnológica”, indicó Dania Hernández Pinel, rectora de la Universidad Casimiro Sotelo Montenegro.

El afán por borrar la UCA

El pasado 15 de julio, el régimen renombró el Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica (IHNCA) de la UCA como Instituto de Historia Héroes y Heroínas de la Revolución. 

Esta acción busca eliminar cualquier registro que no se alinee con la narrativa histórica impuesta por el régimen. 

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La dictadura orteguista acusó de “terrorismo” a la UCA), y ordenó la incautación de todos sus bienes inmuebles y de sus cuentas bancarias, el 15 de agosto de 2023. 

Al mediodía del día siguiente, la UCA confirmó su confiscación y la suspensión de todas sus actividades académicas y administrativas, mediante un comunicado.