La dictadura nicaragüense procedió a la confiscación del tradicional Colegio San José de Jinotepe, administrado por décadas por la Congregación Hermanas Josefinas, quienes recibieron la orden oficial de abandonar territorio nacional de acuerdo a información publicada por el periodista Miguel Mendoza.
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La medida afecta directamente a cientos de familias de la comunidad educativa, según confirmaron padres de familia consultados. «Nos han comunicado que el personal docente ya fue liquidado y que deben entregar las instalaciones», señaló un progenitor que solicitó el anonimato por razones de seguridad.
Cambio de denominación
Según Mendoza, las autoridades sandinistas ordenaron renombrar la institución educativa como «Bismarck Martínez», en honor a una persona que, según la versión oficial, habría perdido la vida el 29 de junio de 2018 en circunstancias relacionadas con los disturbios sociales que atravesó el país durante ese período. Los hechos habrían ocurrido en las proximidades del plantel educativo.
Impacto en la comunidad
El Colegio San José representaba una institución emblemática en Jinotepe, reconocida durante varias décadas por sus altos estándares académicos y formación integral. Su cierre bajo esta modalidad genera incertidumbre sobre la continuidad educativa de los estudiantes matriculados y el futuro laboral del personal que laboraba en el centro.
La decisión se enmarca en las tensiones que han caracterizado las relaciones entre el régimen y diversas organizaciones religiosas y educativas en los últimos años.
Las autoridades gubernamentales no han emitido declaraciones oficiales adicionales sobre los procedimientos administrativos que regirán la transición institucional o las garantías para la comunidad estudiantil afectada.
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