Una nueva normativa del gobierno estadounidense busca agilizar procesos de asilo en casos de “miedo creíble” a persecuciones y torturas. Anunciada el pasado 24 de mayo, la nueva norma también pretende facilitar las expulsiones de quienes no cumplan con los requisitos, aliviando así la carga de los tribunales de inmigración.
La norma beneficiará particularmente a los migrantes nicaragüenses que huyen de las medidas represoras que el gobierno de Daniel Ortega aplicó a partir de la crisis de 2018.
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La nueva medida faculta a los funcionarios de asilo del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) para procesar solicitudes de quienes alegan no poder regresar a sus países porque temen ser víctimas de tratos inhumanos en ellos.
El proceso de asilo antes competía solamente a los jueces de migración y podía incluso tardar años dada la gran cantidad de solicitudes. La normativa busca garantizar que las solicitudes de asilo se procesen de manera justa, diligentemente y de acuerdo con el debido proceso, según expuso el secretario de Justicia Merrick Garland.
Las personas que sean retenidas en un centro de detención de migrantes para su remoción expedita después del 31 de mayo de 2022 y que expresen medio creíble deberán pasar por una entrevista de miedo creíble con un funcionario de asilo, cuya tarea es registrar la información para que USCIS decida sobre su situación.
El solicitante luego deberá realizar una entrevista de méritos de asilo. Inicialmente, los agendados para esta entrevista serán los migrantes que expresen su intención de vivir en Boston, Los Ángeles, Miami, Nueva York, Newark o San Francisco.
Tras esto, al solicitante se le permitirá permanecer en Estados Unidos, se le informará de los beneficios aplicables a través de una carta y luego de un año podrá aplicar a la residencia permanente.
Incluso de ser denegado su caso, el migrante podrá solicitar una revisión ante USCIS en un plazo de siete días desde la resolución de su petición.
La denegación definitiva del asilo supone un proceso de deportación inmediato ante un juez de inmigración, pero la nueva normativa agiliza las respuestas positivas y, por consiguiente, la protección.
Cabe destacar que la normativa no se aplicará a niños no acompañados y será implementada por fases, comenzando con grupos limitados en dos centros de detención de Texas. Luego, la medida se irá ampliando a medida que la nueva división del Servicio de migración desarrolle capacidad administrativa y reciba mayores recursos.
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