Paramilitares rondan las calles y se aseguran de hacer saber que «tienen el control»
Este martes agentes de la Policía Nacional, parapolicías, paramilitares y antimotines llevaron a cabo en Masaya la llamada «Operación Limpieza», que consistió en derribar los bloqueos que seguían levantados y eliminar cualquier rastro que recordara que el pueblo se declaró «territorio libre del dictador», en referencia a Ortega.
El operativo policial, que se llevó a cabo de forma violenta por parte de las fuerzas estatales hacia la población, se saldó con tres personas muertas en la localidad.
Este miércoles, la comunidad Monimbó, de tradición indígena, amaneció atestada de miembros de las «fuerzas combinadas», quienes aseguraron que «ha vuelto la paz y la tranquilidad» para los pobladores, afirmación que contrasta con la escena del entierro de un joven de 15 años asesinado en la refriega del martes.
Una tía del fallecido, quien se rehusó a brindar su identidad, dijo que la calma que se respira en Masaya es «falsa», pero «la gente tiene miedo a salir» debido a la fuerte presencia de miembros de las «fuerzas combinadas».
La vicepresidenta Rosario Murillo proclamó la «victoria sobre esas fuerzas tenebrosas», en referencia a los manifestantes antigubernamentales que, a juicio del Ejecutivo, intentan derrocar al Gobierno.
«Hoy 18 de julio proclamamos nuestra victoria, nuestro avance sobre esas fuerzas diabólicas, tenebrosas, terroristas, criminales, que durante tres meses azotaron, quisieron secuestrar la paz en Nicaragua, pero no pudieron», señaló la también primera dama en un mensaje a través de medios oficiales.
Muchos huyen y otros están presos
Luego del derribamiento de las barricadas y el repliegue de los protestantes monimboseños, muchos se internaron en caminos de trocha y veredas para huir de la venganza paramilitar. Otros, fueron apresados durante la cacería casa a casa que se ejecutó como parte final de la «operación limpieza».
Las madres y familias están desesperadas. Un informe de la periodista de Univisión Tifani Roberts, comparte la entrevista de un desesperado hombre que llora por su hermana «Ayer en Monimbó pasamos bien fatal. Desde anoche se llevaron a mi hermana y nos nos dan razón, mis sobrinos y mi cuñado, andan prófugos como que fueran delincuentes», relata entre lágrimas.
Pobladores de la zona aledaña a la Laguna, aseguran que desde muy temprano hubo operaciones de búsqueda en la zona, tratando de encontrar a los alzados que lograron refugiarse en las zonas boscosas.
Entierros poco concurridos
Mientras los paramilitares se paseaban por las calles de Masaya y Monimbó declarándose «en control» de la ciudad, algunas madres enterraban a su muertos con sepelios pocos concurridos, debido al temor de la gente de salir a las calles y exponerse a los matones armados. «Si este entierro no fuera en esta situación, fuera un gentillal que viniera, pero si usted mira solo venimos señoras, mujeres, es raro el varón, los jóvenes, es un delito ser joven ahora» dice una señora que asistía al entierro de uno de los 4 muertos civiles que hubo en las protestas de ayer.
Mientras los paramilitares se preparan para celebrar mañana el 19 de julio, la gente teme que un gobierno al que rechazan por completo pueda volver a afianzarse en el poder.
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