En los últimos años, especialmente en redes sociales como TikTok y Reddit, ha circulado una advertencia recurrente: durante un sueño lúcido —ese estado en el que la persona es consciente de que está soñando y puede controlar parte de la experiencia— no se recomienda preguntar la hora ni mirar un reloj. Esta idea ha generado curiosidad y debate, mezclando explicaciones racionales con interpretaciones más esotéricas.
Desde una perspectiva psicológica, los expertos señalan que los sueños operan en un espacio donde la lógica cotidiana no siempre aplica. El cerebro, durante la fase REM (movimiento rápido de ojos), reduce la actividad en áreas responsables del razonamiento lógico, como el córtex prefrontal. Intentar procesar información precisa como la hora puede generar confusión: los relojes suelen mostrar números ilegibles, cambiantes o simbólicos, lo que distrae al soñador y puede desestabilizar el sueño, provocando un despertar prematuro o frustración. Psicólogos consultados en diversos medios coinciden en que es mejor fluir con la narrativa onírica para aprovechar su potencial creativo y emocional, en lugar de introducir elementos racionales que interrumpen la experiencia.
Según la BBC de Londres, un sueño de este tipo se convierte en una «ventaja» debido a «que puedes controlar e imaginar cualquier cosa que desees, mientras estás dormido»
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Por otro lado, en comunidades en línea y foros especializados en sueños lúcidos (como subreddits dedicados al tema), muchos practicantes usan precisamente mirar un reloj como una «prueba de realidad»: si la hora cambia al volver a mirarla, confirma que se está soñando. Sin embargo, otros reportan que enfocarse en ello reduce la inmersión.
Una variante más sensacionalista, popular en videos virales, afirma que preguntar la hora «delata» al soñador como un «visitante» en un plano alternativo, atrayendo entidades negativas o convirtiendo el sueño en pesadilla. Estas anécdotas describen reacciones extrañas de personajes oníricos (ojos negros, respuestas evasivas o atmósferas tensas), pero suelen atribuirse a expectativas previas del soñador, que influyen en cómo se manifiesta el sueño. Fuentes especializadas en sueños lúcidos enfatizan que no hay reglas universales ni peligros inherentes; las experiencias varían según las creencias y el control individual.
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En resumen, aunque no existe evidencia científica de riesgos reales, la recomendación general entre expertos y practicantes es evitar acciones que introduzcan lógica rígida si el objetivo es prolongar y disfrutar el sueño lúcido.
De acuerdo al psicoanalista y miembro de la Asociación Colombiana de Psiquiatría, Carlos Gómez Restrepo, «esto se debe a que verificar los datos del tiempo requiere el uso de su pensamiento y razonamiento lógicos, situación que puede sacarlo del estado de ensoñación y regresarlo a la vigilia»
“Al preguntar la hora en un sueño, estamos tratando de introducir un elemento de control y lógica en un espacio que no sigue las mismas reglas que nuestra realidad cotidiana. Este acto puede interrumpir la narrativa y el flujo natural del sueño, ya que son manifestaciones de nuestros deseos, temores y emociones más profundas” explicó el especialista en declaraciones recogidas por El País de España.
Estudios indican que al menos el 60% de las personas ha experimentado este tipo de sueños alguna vez en la vida, convirtiéndolo en una oportunidad fascinante para la exploración personal, siempre priorizando la fluidez sobre el control excesivo. Si te interesa experimentar, técnicas como llevar un diario de sueños pueden ayudar a inducirlos de forma segura.
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