Estados Unidos no invitó al gobierno de Nicaragua a la Cumbre, pero sí dio espacio a organizaciones opositoras para denunciar abusos de derechos humanos.
La documentalista nicaragüense Leonor Zúniga visibilizó el testimonio de Zoilamérica, hijastra del presidente Daniel Ortega, quien lo denunció por abuso sexual.
Periodistas independientes han calificado las normativas como "ley mordaza" y Human Rights Watch lo ha calificado como un "ataque a la libertad de expresión".