La criminalización de lideres religiosos católicos en Nicaragua no se detiene, luego que este martes el Poder Judicial al servicio del dictador Daniel Ortega, judicializara al obispo Rolando Álvarez. El próximo lunes 16 de enero también será presentado ante los tribunales el sacerdote Óscar Benavidez Dávila, de 50 años, cura párroco de la iglesia Espíritu Santo del municipio de Mulukukú.
Al religioso el régimen lo acusa de los supuestos delitos de Conspiración para cometer Menoscabo a la integridad Nacional y propagación de noticias falsas a través de la Tecnología de la Información y la Comunicación.
Como parte de los juicios sumarios que acostumbra el régimen contra sus críticos, el sacerdote enfrentará el proceso ante la juez sandinista Nancy Aguirre, titular del Juzgado Décimo de Distrito Penal de Juicio de Managua, mientras se encuentra recluido en una calurosa celda del sistema penitenciario La Modelo de Tipitapa.
La detención del sacerdote aconteció el 14 de agosto de 2022, después de oficiar la eucaristía en la capilla Inmaculada Concepción de María, que se ubica en el casco urbano de Mulukukú, ante el asombro de la feligresía que solo observó impotente cuando era montado en una patrulla.
Los entresijos de la conflictiva relación de Rosario Murillo, Daniel y Humberto Ortega
En Nicaragua hasta la fecha el régimen mantiene a varios sacerdotes en las cárceles. A monseñor Álvarez lo tiene bajo arresto domiciliario.
Acusado por Manuel Rugama
Cabe mencionar que durante la audiencia inicial celebrada el 6 de octubre del año pasado, el fiscal Manuel Rugama, de la Unidad Especializada Contra Delitos de Delincuencia Organizada (UECDO), manifestó que cuenta con las “pruebas suficientes y pertinentes” contra el líder religioso. Rugama es señalado por los opositores de ser “el inquisidor de los reos de conciencia”.
Sacerdotes indefensos
El grado de indefensión de los religiosos y opositores judicializados por la dictadura, es que ni siquiera los abogados defensores han tenido en sus manos los expedientes de sus defendidos para siquiera oponerse mediante algún escrito, solo han tenido acceso al intercambio de información y pruebas en audiencia inicial.
Un abogado defensor dijo a Confidencial que los documentos que deberían ser públicos y entregarles principalmente el detalle de la acusación, las actas de audiencia, el intercambio de información y prueba, y las sentencias correspondientes.
“La de acusación es esencial, si no tenés la acusación, estas indefenso, te están juzgando de algo que no sabés qué fue lo que hiciste”, refirió al medio.
Otro vicio de los procesos es que la defensa no ha podido comunicarse con los sacerdotes que defiende, pese a que es un derecho constitucional.
La detención de lideres religiosos inició el año pasado, teniendo como patrón represivo el acoso en sus parroquias, la difamación, la persecución, la detención, la encarcelación y por último la judicialización a través de procesos más expeditos y agresivos. En total la dictadura tiene en sus mazmorras a 10 sacerdotes y uno en arresto domiciliar, de estos, dos ya fueron condenados.
You must be logged in to post a comment Login