Daniel Ortega compareció este jueves dando un “mensaje a la nación” después de liberar a 222 presos políticos. En su discurso dijo que “este día se produjo un hecho sorprendente” al desterrar a los ex reos y enviarlos a Estados Unidos junto al embajador Kevin Sullivan, un plan que según él lo ideó su esposa y vicepresidenta del país, Rosario Murillo.
Según el dictador, Sullivan tenía programado un viaje a Estados Unidos y Murillo le preguntó: “¿Por qué no le decimos al embajador que se lleven a todos estos terroristas? Decile vos, tal vez lo escuchan allá (Estados Unidos)”, dijo en un tono irónico.
“Realmente no se me ocurría a mí porque no se trataba de negociar nada. Esto tiene que quedar bien claro”, sentenció el caudillo, quien luego afirmó que su esposa llamó al embajador norteamericano y le dijo que se llevaran a los “mercenarios del imperio” sin ninguna “negociación”.
Régimen de Daniel Ortega libera y destierra a más de 200 presos políticos
“Este día se produjo un hecho que yo llamaría sorprendente porque tienen que recordar que en varias ocasiones, en diferentes actos públicos, yo venía planteando que toda esta gente que estaba en prisión, que atentaban contra la paz, la soberanía nicaragüense, todos ellos eran agentes de potencias extranjeras”, calificó Ortega el destierro de los presos políticos, quienes sufrieron tratos horribles en prisión.
Ortega la emprendió contra el laureado escrito Sergio Ramírez Mercado, disidente del Frente Sandinista y que se encuentra en el exilio por amenazas de cárcel en su contra. “Ya el traidor de Sergio Ramírez está haciendo sus análisis y dice que hicimos mal, que teníamos que haberlos sacado en poquito, habla de una negociación”, apuntó.
Ramírez escribió un artículo de opinión al diario El País titulado “Desterrados pero libres” en la que aseguró que “la dictadura se ha quedado con las manos vacías. Su mejor estrategia habría sido negociar a los rehenes por lotes, y no soltarlos de una vez, para conservar cartas en la mano. Mala señal, en lo que les concierne. Y liberarlos no es una prueba de fortaleza, sino de debilidad”.
Se negaron a subir al avión
Según Ortega, son 228 presos políticos desterrados, incluyendo al monseñor Rolando Álvarez Lagos, pero que este se negó a subir al avión y ahora está preso en La Modelo por ser un “energúmeno”. También señaló que hubo otro grupo de presos a los que Estados Unidos no los aceptó.
Los presos políticos rechazados son: Eliseo de Jesús Castro Baltodano, Warner Antonio Ruiz Rivera, el abogado José Manuel Urbina Lara y Jaime Enrique Navarrete Blandón. “Pensaron que nosotros íbamos a pelear, no los quieren”, dijo Ortega.
Ortega se hizo acompañar de altos mandos del Ejército de Nicaragua y de la Policía Nacional, el ministro Denis Moncada; la fiscal general Ana Julia Guido; Alba Luz Ramos y Marvin Aguilar, magistrados presidente y vicepresidente, respectivamente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
Al iniciar el acto político, el líder sandinista presentó a su esposa como “copresidenta” de Nicaragua, un cargo que no figura en la legislación del país, pero el caudillo aprovechó esta ocasión para autorizar a Gustavo Porras —presidente de la Asamblea Nacional— que se debe reformar la Constitución Política para que establezca este nombramiento.
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