«José” es un taxista que afirma con total seguridad dos cosas: que la gasolina en Nicaragua está más cara y que el dictador Daniel Ortega está muy fortalecido, al menos eso es lo que palpa cada día.
Mientras recorre las calles de Managua recogiendo pasajeros, para él lo más importante es llevar el sustento a sus hijos porque ellos son el motor de su vida, pero también habla sobre la crisis política del país.
“Yo veo a un Daniel Ortega bien prepeado con todo el aparato estatal, armas, dinero, policía, con todos los fierros, y aquí nadie se le para. Al menos que le dé un infarto, solo así se va del poder, de otra manera no creo, ha sido un hueso duro, es lo que la población percibimos», expresa el taxista.
«Juanita» es una palmeadora de tortillas, quien asegura no ver una salida a la crisis del pais, máximo cuando piensa en sus dos pequeños hijos. A veces tiene que jugar la loto para ver si «pega algún número» y alegrarse un poco.
Esta menuda mujer, de tez morena, de caracter fuerte, asegura que a Daniel Ortega ya le pesan los años cuando lo ve durante las cedenas televisadas, de caminar «tembeleque» y voz arrastrada, pero «ese jodido es malo, no parece, toda su maldad es la que lo sostiene», considera. «La gente no puede hablar abiertamente de esto, porque vos sabes, es chiva (peligroso), pareciera que Daniel fuera eterno, pero solo el poder de Dios puede cambiar toda esta situación que nos tiene hartos, pero si, lo veo fuerte porque no le falta nada», expresa.
Esta podría ser la óptica de muchos ciudadanos de a pie que luchan día a día por sobrevivir en este país centroamericano. En cambio, a nivel internacional notan la incapacidad de Ortega de seguir gobernando el pais.
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Dificultades de Ortega para gobernar
Recientemente la congresista republicana María Elvira Salazar, durante una audiencia ante el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, le recordó a Ortega que la Iglesia católica a lo largo de la historia ha vencido a demonios muchos más grandes que “usted y su esposa, la satánica Rosario Murillo”.
“Debe ser humillante que todos sepan, de que usted a pesar de su título de presidente, ella (Murillo) tiene el verdadero poder. Por eso no sorprende a nadie que usted es un hombre demasiado pequeño para acabar con una institución tan grande y legendaria de 2000 años como es la iglesia católica”, continuó Salazar.
Citó el libro del profeta Daniel, en el capitulo 5, donde se refiere a que el último rey de Babilonia también estaba borracho de poder y profanó a Dios, y entonces apareció una escritura de advertencia en la pared: “Y esta misma advertencia aplica para usted (Daniel Ortega), sus días están contados, ha sido pesado en la balanza de Dios y no pasó la prueba, y todo lo que se ha robado del pueblo de Nicaragua se convertirá en añicos”, sentenció la congresista norteamericana.
La experta en seguridad, Elvira Cuadra, quien se encuentra en exilio, en un tuit afirmó recientemente que el régimen Ortega Murillo en estos momentos se denota bastante debilitado.
“No ha podido pasar la página de la crisis socio-política que inició en 2018, esperaban resolver eso después de asegurar su continuidad en las elecciones 2021, (pero) no lo han logrado”, puntualizó.
Oposición no puede cometer los mismos errores
Cristian Fajardo, quien fue desnacionalizado y despojado de sus propiedades en Masaya, confirma desde el exilio que el dictador criollo está debilitado, y que esa condición debe de ser aprovechada por la oposición.
“Aunque va a tratar de negociar, asegurando la impunidad para él y su familia, y eso significa una reedición de los años 90, que fue una estrategia fracasada, tanto así que estamos viviendo las consecuencias. Esto significa que no podemos seguir cometiendo los mismos errores. En Nicaragua hay que hacer cambios profundos, y eso está en las manos de los que queremos un verdadero cambio, y no como otros que se dicen llamar opositores y quieren un orteguismo sin Ortega, y eso no lo podemos permitir”, sostuvo Fajardo.
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Presión internacional y problemas internos
Un analista nicaragüense, bajo el anonimato, considera que la presión internacional y los problemas internos del país, y de los mismos militantes de su partido, han provocado serios dolores de cabeza en la pareja de gobernantes, y eso se refleja en decisiones erróneas, que en vez de fortalecerla la hacen ver vulnerable.
“Como por ejemplo, la liberación y destierro de exreos políticos, encarcelación de monseñor Álvarez y el rompimiento diplomático con el Vaticano. Lejos de mostrar una posición firme y de mucha fortaleza, lo hacen ver con una precaria posición política internacional en donde se le señala como un criminal. Además, la oposición en el exterior ha comenzado a buscar cohesión y un punto de entendimiento entre las diferentes corrientes”, agregó.
Calcula que la lucha fontal que Ortega mantiene con la Iglesia católica, ahora internacionalmente, es una batalla que perderá. Agrega que en lo económico se está buscando cómo cortar los préstamos y donaciones, pues todo esto se condicionarían a que él tenga apertura de libertades coartadas, castigo a los perpetradores de crímenes de lesa humanidad, como a él y a Rosario Murillo.
“Por lo tanto, Ortega y resto de funcionarios están ahorita en una posición debilitada, aunque ellos quieran demostrar lo contrario con sus absurdas prohibiciones. Mientras a la oposición se le castiga y prohíbe cualquier tipo de manifestaciones, en cambio, obliga a sus seguidores a realizar un sinnúmero de actividades, para según él, demostrar normalidad, fortaleza y estabilidad. Cosa que es todo lo contrario”, sostiene.
El analista José Dávila cree que la fortaleza de un gobierno radica en su legitimidad, ser electo en un proceso electoral libre, en su autoridad política y moral, lo que hace que la población lo acepte y lo respete, además en estar actuando a favor del pueblo, y que este le dé credibilidad.
“Pero nada de esta fortaleza tiene el régimen de Ortega, su fortaleza es la imposición, el sectarismo, la arbitrariedad, el temor que ha infundido, la represión y los 40 mil fusiles en manos del Ejército, la policía y los paramilitares. Está muy débil, y llegando a lo insostenible en las características que necesita un gobierno, para seguirse llamando gobierno, ya no gobierna, impone, y ese es una gran debilidad política y moral”, expuso Dávila.
Ortega no es tonto, es pragmático
Desde el exilio, una activista opositora que prefiere el anonimato, considera que no habría que subestimar a Daniel Ortega, porque lo considera un político pragmático, contrario a las decisiones irracionales que suelen caracterizar a su esposa Rosario Murillo.
“Él está muy consciente de las consecuencias que traen las sanciones, los problemas económicos, y después de liberar a los 222 reos políticos, está dejando las puertas abiertas para un diálogo, al menos con Estados Unidos, porque no es tonto, y por otro lado está recrudeciendo algunas medidas represivas para estar en una mejor posición de negociación”, consideró la consultada.
Desde abril de 2018 la crisis sociopolítica ha dejado más de 350 asesinatos, miles de exiliados, centenares de apresados, lisiados y la imagen internacional de Ortega está por los suelos, siendo rechazado hasta por la misma izquierda de la que durante años se presentó como un referente.
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