Daniel Ortega ordenó hacer lo que ni la dictadura de Anastasio Somoza, se atrevió en los momentos más álgidos de la lucha armada del Frente Sandinista en contra de su régimen: ilegalizar a Cruz Roja Nicaragüense y confiscarla para volverla una entidad del Estado.
Rosario Murillo Zambrana, su vicepresidenta, su vocera y su esposa, defendió la embestida y acusó sin pruebas a la entidad de auxilio que existe en Nicaragua desde hace más de 60 años. Según Murillo, sin dar una sola prueba de su acusación, dijo que Cruz Roja Nicaragüense (CRN), “violó sus principios”, en referencia a las atenciones prestadas a los heridos durante las protestas del año 2018.
Lo que no mencionó, es que los socorristas brindaron también asistencia a sus fanáticos y paramilitares durante los enfrentamientos, guiados por esos principios a los que Murillo, les negó mérito.
Los señalamientos de Murillo, llegaron a mediodía de este miércoles, después que la Asamblea Nacional que el régimen controla, despojó de su personería jurídica a la Cruz Roja Nicaragüense y pasó todos sus bienes al Ministerio de Salud, Minsa.
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Minsa sí cerró hospitales
El Minsa ha sido cuestionado nacional e internacionalmente por ordenar el cierre de hospitales a los opositores al régimen, incluso les negó asistencia médica durante las protestas de abril de hace cinco años.
“El doctor Gustavo Porras nos ha hecho llegar también una información sobre la aprobación que hoy (ayer) 10 de mayo hizo la Asamblea Nacional sobre la derogación del decreto legislativo número 357 que viene desde 1958 y que hoy se actualiza, haciendo que la Cruz Roja que es Nicaragüense, sea entidad descentralizada adscrita al Ministerio de Salud (Minsa)”, dijo Murillo al intentar explicar de “forma suave” la confiscación de la entidad de socorro.
“Así –agregó– continuará de esta manera, cumpliendo con el marco jurídico internacional fundamentado en los convenios de Ginebra de 1949 y sus protocolos adicionales”, expresó Murillo.
“Con esta ley, la Cruz Roja Nicaragüense adquiere personalidad jurídica, patrimonio propio, con duración indefinida, garantizando la estabilidad laboral y las operaciones de la Institución con plena capacidad para adquirir derechos y contraer obligaciones”, agregó la sancionada vicepresidenta. Lo que no dijo es que ahora el Minsa podrá influir en el manejo de la entidad de auxilio.
La ataca
Durante su intervención, Rosario Murillo, atacó a la institución que al momento de las protestas ciudadanas del año 2018, jugó un papel muy importante en las atenciones prestadas a los heridos durante la represión policial y paramilitar.
“A través de algunas filiales, la Cruz Roja Nicaragüense, en determinadas circunstancias y momentos incumplió con su razón de ser y actuó en contra de los principios de imparcialidad, humanidad y neutralidad que caracterizan a esta asociación humanitaria y particularmente se dieron estos incidentes violatorios de su naturaleza alrededor de los acontecimientos de 2018”, vociferó después.
“Así que hoy tenemos a la Cruz Roja Nicaragüense como entidad adscrita al Ministerio de Salud y continuará cumpliendo con el marco jurídico internacional a parte de todas sus obligaciones y deberes nacionales fundamentados en el marco jurídico internacional de Ginebra y protocolos adicionales”, intentó maquillar Murillo.
La cancelación de la personería jurídica de Cruz Roja, tomó por sorpresa a los directivos de la entidad, quienes se enteraron de lo sucedido por medio de redes sociales.
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